16 DE JULIO DE 2024 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


En los últimos días ha muerto en balaceras más de una decena de personas, más que todos los caídos por enfrentamientos durante todo el año 1978, en pleno gobierno militar, que fueron 8, según el Informe Rettig.

La Fundación Paz Ciudadana ha dicho que la cifra de homicidios actual es la mayor de nuestra historia. La encuestadora Marta Lagos ha replicado, en un muy leído tuit, que durante el gobierno militar había muchas más muertes, pues se quitaba la vida a las personas por "pensar distinto". 

Pero las cifras del Informe Rettig no la respaldan. Si bien efectivamente en 1973 hubo 1.200 caídos por el enfrentamiento, fue precisamente el período en que los líderes del partido con que simpatiza Marta Lagos, Patricio Aylwin y Eduardo Frei, defendían a los militares. El primero decía que había sido indispensable para evitar una tiranía comunista y el segundo criticaba a los europeos por no darse cuenta de que la subversión tenía armas y combatientes superiores a los del Ejército. 

La verdad, que en Chile poco importa, fue que después de 1973 el país se pacificó completamente, hasta llegar a sólo 8 caídos en 1978. Posteriormente, cuando se fundó el FPMR comunista, con guerrilleros chilenos instruidos en Cuba, hubo un aumento en los años 80, pero siempre en niveles inferiores a los que alarman a la ciudadanía actual. Y la gente de entonces se paseaba por las calles a toda hora y sin temor.

Además, nunca se supo en los 70 u 80 de alguien que hubiera muerto "por pensar distinto". Al contrario, las libertades que el régimen garantizaba con sus reformas liberales favorecían también a quienes "pensaban distinto". Por eso hasta el Partido Comunista pudo crear su Colegio Latinoamericano de Integración y su Universidad Arcis. 

Y también la literatura ha recogido el exitoso homenaje a Salvador Allende. en el Teatro Cariola, en 1987, sin que nada sucediera a la numerosa concurrencia que, por cierto, "pensaba distinto". Era menos riesgoso que "en plena democracia".

Pues bajo el primer gobierno de Sebastián Piñera, se quiso presentar un documental favorable a Pinochet en el Teatro Caupolicán, pero los concurrentes fueron atacados y no pocos (ni pocas) quedaron heridos por "pensar distinto" a Marta Lagos. El gobierno de Pinochet garantizaba mejor la posibilidad de discrepar que el de Piñera.

Yo mismo tuve que ser rescatado en 2012, junto a otros, en un bus de Carabineros, a medianoche, del Estadio Providencia, porque estábamos rodeados de extremistas que nos apedreaban por haber presentado el libro de Gisela Silva Encina sobre Miguel Krassnoff, "Prisionero por Servir a Chile". Bajo gobiernos "plenamente democráticos" es peligroso pensar distinto a Marta Lagos.

En 1985, según un informe de la embajada norteamericana, el mayor peligro para la vida de los chilenos lo representaba el FPMR comunista. Los mártires de la UDI, Simón Yévenes y Jaime Guzmán, que "pensaban distinto a Marta Lagos" lo acreditan. 

Aún hoy es más peligroso "escribir distinto" que bajo el gobierno militar, cuando circulaban numerosas revistas opositoras como Hoy, Cauce, Análisis, La Bicicleta, APSI, Punto Final, contra una sola gobiernista, Ercilla.

Y no puedo terminar sin rendir homenaje a Heriberto Novoa, mártir de Carabineros que custodiaba la  Llama de la Libertad de pensar distinto de Marta Lagos y tantos más y que fue asesinado en 1980 por el MIR. 

Después el partido de Marta Lagos suprimió esa irritante Llama, no bien llegó al poder. Y Marta no dijo nada. Como no había dicho nada (¿o tal vez no tenía edad?) cuando su partido prohibió el libro "Frei, el Kerensky Chileno", que me vi obligado a comprar en edición pirata en una vereda, y aún conservo.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/