7 de Julio de 2024
Hermógenes Pérez de Arce
La corriente dominante sostiene que quienes piensan como yo son "ultras". Esto no es nuevo. Cuando todavía escribía en El Mercurio, al cual renuncié en 2008, su dueño, con quien mantenía una buena relación de amistad, me dijo con toda franqueza una vez que hablábamos de política: "Tú eres un ultra". En la única entrevista política que le conocí, concedida a La Tercera, la izquierdista Elisabeth Subercaseaux le preguntó cuándo se iba a deshacer de un "ultra" como yo, y él contestó que era un tema que estaba considerando.
Soy partidario de la democracia, entendida como el sistema en que las cosas de índole colectiva se resuelven votando y cada ciudadano tiene un voto. Como esto implica que las mujeres no tienen privilegios y no debe haber paridad de género ni un ministerio de la Mujer, soy un "ultra".
Pero soy "ultra" preocupado de nuestra soberanía. Me alcé contra la intervención millonaria y falseadora de los hechos de EE. UU. y Europa en el plebiscito de 1988, que impidió la reelección de Pinochet. Pero ni siquiera los comunistas protestaron contra esa "intervención imperialista yanqui".
Creo que todos somos iguales ante la ley y que ésa es la única igualdad que puede imponerse. Ni cuotas de género ni escaños reservados.
Promoví como diputado el Acuerdo que convocó a los militares. a deponer a Allende. Y no me arrepiento. Estimo al de Pinochet el mejor gobierno de la historia, atendidos los desafíos que venció. Y escribí su historia, probando que no fue un régimen violador de DD. HH. Y creo que éstos son un tema usado por la izquierda para dejar inerme a la sociedad ante la violencia y el terrorismo. Por sostener todo eso, soy un "ultra".
Lo mismo por denunciar que los funcionarios públicos tengan sueldos 50 % mayores que los de mercado y que los políticos puedan llamar a cambiar la Constitución sin plebiscito de entrada, siendo el ciudadano el titular de la potestad constituyente. Todo eso también me constituye en "ultra".
Creo que los seres humanos velan preferentemente por su propio interés, de lo cual Dios por supuesto que se dio cuenta y por eso su mandamiento fundamental es "ama al prójimo como a ti mismo", sabiendo que esto es mucho, lo máximo. Por sostener que la legislación debe siempre tener en cuenta eso me llaman "ultra".
Creo que hay que perseguir y castigar a los delincuentes y respaldar a carabineros y policías, autorizándolos de hecho, como lo están por la ley, a usar sus armas de servicio.
Si todo eso me hace un "ultra", quiero seguir siéndolo.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
.