21 DE JULIO DE 2023
Hermógenes Pérez de Arce
Dentro de la desazón que provocan derechistas repitiendo consignas de izquierda, destaqué a Gerardo Varela (El Mercurio, 17.07.23) para quien el 11.09.73 fue "una segunda tragedia que nadie previó y de la que nadie está orgulloso". Como "cada día puede ser peor", ayer en dicho diario Gabriel Guiloff dice: "Hay que repetirlo miles de veces: nada justifica los crímenes de la dictadura". Ya el 9 de julio, en otra carta al diario, el rector de la UC, Ignacio Sánchez, decía algo parecido.
Hoy ese periódico trae un cuerpo especial sobre la UP y el gobierno militar ¡y ni siquiera sale el Acuerdo de la Cámara del 22 de agosto de 1973! Por supuesto, tampoco el Acta Rivera, donde Frei dijo a los empresarios: "esto se arregla sólo con fusiles... vayan a hablar con los comandantes en jefe". Se ha reescrito la historia. Milán Kundera, que lo vivió en su patria, escribió: "Para liquidar a las naciones lo primero que se hace es quitarles la memoria. Se destruyen sus libros, su cultura, su historia. Y luego viene alguien y les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa otra historia. Entonces la nación comienza lentamente a olvidar lo que es y lo que ha sido."
Los supuestos "crímenes de la dictadura" fueron muertes de terroristas de izquierda, aplaudidas entonces por todo el espectro no marxista, pues aquéllos se preparaban a tomar el poder por las armas, como le anunció Allende a Regis Debray que lo harían, en su entrevista de agosto de 1973, publicada en Le Nouvel Observateur del 17 de septiembre de ese año. Ningún diario chileno la ha publicado.
Antes de reescribirse la historia, la acción antisubversiva de los militares la justificaban y aplaudían, como recién dije, no sólo la derecha, sino la DC y en particular Patricio Aylwin en La Prensa, 19.10.73 ("yo no me siento con autoridad moral para juzgar a los militares)" y Eduardo Frei Montalva ("¡Los militares han salvado a Chile!", en el ABC de Madrid, misma fecha). Frei añadía que "eso era lo que los europeos se negaban a entender". Bueno, han pasado cincuenta años y ahora hasta los chilenos de derecha se niegan a entender.
¡Qué distinto es todo "antes" que "después"! Cuando Aylwin y Frei defendían a los militares, durante 1973, caía más de la mitad de las bajas de 1973-1990, lo que ahora llaman "crímenes de la dictadura", según el Informe Rettig. Los militares ganaron la lucha armada y salvaron al país, pero perdieron la guerra publicitaria y la judicial desde 1990. Ni siquiera se salvaron ellos mismos, como lo prueban sus más de 300 "caídos tras las líneas enemigas", condenados por los jueces rojos.
Pero en el actual proceso constitucional, siendo jurídicamente nulo e inconstitucional, como lo es, pasa algo bueno: los Republicanos han aprobado el cumplimiento de la condena en sus hogares por los mayores de 75 años, es decir, casi todos los presos de Punta Peuco. Los comunistas están furiosos. Amenazan con votar En Contra. "Dios escribe derecho con líneas torcidas". Los que respetamos la ley y la Constitución también vamos a votar En Contra, pero por las razones correctas. ¡Hágase Su Voluntad! Son los Caminos del Señor y no siempre los entendemos.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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