5 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Hermógenes Pérez de Arce
Los chilenos ejercimos nuestro derecho a ser estúpidos nada más que hasta ayer 4 de septiembre y le pusimos punto final a la locura constituyente. Ésta se apoderó del país en 2019, cuando por primera vez en su historia un presidente en pánico y sin pantalones no se atrevió a derrotar a la enésima insurrección comunista registrada.
Al solo presidente Pinochet los rojos le habían perpetrado 17 "estallidos" similares entre 1983 y 1987. A Frei Montalva le hicieron uno (Pampa Irigoin) en 1969, a Ibáñez otro el 2 y 3 de abril de 1957 y a Gabriel González Videla le hicieron la "revolución de la chaucha" de 1949, parecida a la de los "30 pesos" del 18 de octubre de 2019. Pero GGV tenía pantalones, derrotó a la subversión y puso un conscripto con fusil en cada micro (yo los ví), cuando los conscriptos todavía disparaban al que incendiara micros. Y también puso fuera de la ley a los comunistas (que es donde deben estar, pero sólo estuvieron nueve años). En cambio, en 2019 había un presidente que les había hecho y hacía "la pata" desde siempre y que se rindió ante ellos a los primeros incendios de micros y estaciones de metro, regalándoles finalmente hasta la Constitución, que fue lo que milagrosamente recuperamos ayer por 61-39 %.
El art. 142 inciso final de esa Constitución dice: "Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución". Luego, hubo punto final. The end. Finito. Se acabó.
No hay ningún artículo que diga que habrá otro proceso constituyente. Si Evelyn Matthei le promete a Felipe Harboe en Estado Nacional que habrá otro o si Francisco Chahuán se lo ofrece a Boric en el noticiero del 13, son sólo deseos de políticos cuya vocación de vida, como la de Piñera, es "entregarse hasta que duela" a la izquierda, pero no mandatos constitucionales.
Aquí, según dijo el presidente Petro, de Colombia, "ganó Pinochet" quien, como el Cid Campeador, gana batallas después de muerto. Y el texto que manda en el país es su Constitución, echada a perder por Lagos en 2005, tras lo cual este último proclamó que "se pone a la altura del espíritu de todos los chilenos". ¡La Casa de Todos! Echada a perder y todo siguió garantizando la libertad general y un Estado pequeño.
En definitiva, esto es lo que no soportan los políticos de izquierda, porque ellos viven del Estado y, si es pequeño, no les alcanza para sus crecientes clientela y necesidades. No les basta con haber multiplicado su personal por cuatro en treinta años ni que el Estado les pague sueldos 50 % por sobre los de mercado. Quieren más $$$. ¡Todos los $$$!
Por eso ése es un tema que interesa sólo a los políticos de izquierda. Si usted revisa las encuestas del CEP de hace cuatro o cinco años, nunca la ciudadanía manifestó, entre sus diez principales preocupaciones, la necesidad de una nueva Constitución. Nunca. ¿Por qué los políticos inventaron esto y lograron metérselo en la cabeza a mucha gente? Porque ellos no producen nada útil y viven del Estado. Lo necesitan cada vez más grande, para que él dé toda clase de permisos, para tener agua, para concesionar una mina, para construir un edificio, para obtener certificados y cualquier cosa. Un Estado administrado por sus funcionarios puede ser una mina de oro y $$$. Y prepararon otra Constitución para eso. Pero ella llenaba de privilegios al 11 % de los chilenos indígenas a expensas del 89 % de no indígenas. No se fijaron en ese detalle. Deberían haber perdido el plebiscito ratificatorio por 89-11%, pero les fue bien y lo perdieron sólo 69-31%.
Y su proyecto se fue a las pailas. Y entonces ahora quieren empezar de nuevo, con la ayuda de la centroderecha, que siempre se entrega hasta que duela. Y en un nuevo intento creen que lo van a lograr. Inconstitucional, pero posible. No creen que los militares se den cuenta esta vez. Ni que, si se dan cuenta, se vayan a meter. Tienen buenas pensiones. Y todavía queda harina y el pueblo no les pide intervenir y echarlos a todos (yo incluido) como el 73.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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