26 DE JUNIO DE 2022
Hermógenes Pérez de Arce
En su prurito por apropiarse de lo ajeno, la izquierda ahora está perpetrando el "secuestro permanente" y para sus propios fines del recuerdo del recién fallecido fundador y exrector de la Universidad Diego Portales, Manuel Montt Balmaceda.
El rector actual, Carlos Peña, escribió en "El Mercurio" una columna en su memoria que hace aparecer a Manuel como opositor a Pinochet, lo que nunca fue. A raíz de ésa y otras consideraciones erradas de dicho rector escribí una carta al diario, que éste no publicó y que decía lo siguiente:
"Señor Director: Hay dos temas en la columna de Carlos Peña sobre Manuel Montt Balmaceda en que se aparta de la verdad. Uno, cuando afirma: "logró mantener una irónica distancia frente a la dictadura, sin nunca dejarse confundir con ella". Desde luego, Manolo nunca la llamó "dictadura" y seguramente estaba de acuerdo con el presidente del Colegio de Abogados, Alejandro Silva Bascuñán, que públicamente calificaba de "legítimo" a ese régimen. Y además, él mismo lo representó año a año, como delegado en las asambleas anuales de la OIT. El otro error: Manuel escribió, como recuerda Carlos Peña, un opúsculo titulado "Yo No Asesiné a Jimmy Carter", pero lo hizo porque el coronel Contreras, director de la DINA, le comunicó haber sido informado por la CIA de que un terrorista con pasaporte chileno a nombre de Manuel Montt Balmaceda se dirigía a lugares que iba a visitar Jimmy Carter para asesinarlo, y pretendía darlo de baja. Seguramente el verdadero nombre del impostor hoy figura en las listas de "detenidos desaparecidos". El entonces coronel Contreras, llamó a Manuel para ponerlo al tanto de la situación. Por eso escribió el libro, todo lo cual él mismo me refirió humorísticamente, aunque la situación lo preocupó bastante. Fue un gran amigo y siempre lamentó que la Universidad, cuyo Consejo presidió, hubiera finalmente caído en manos de una mayoría de docentes y un rector de izquierda. Hermógenes Pérez de Arce Ibieta".
En los años '80 Manuel me había llamado angustiado, pidiéndome ayudarlo en la tarea de rescatar la Universidad Diego Portales, ex Instituto de Publicidad y Ventas (IPV), de manos de la izquierda. Había sido fundada por un grupo de empresarios encabezados por Agustín Edwards Eastman, aprovechando una de las muchas libertades que consagró el gobierno del presidente Pinochet en favor de los chilenos. (Hasta los comunistas fundaron la suya, "Arcis").
Con Manuel semanalmente nos reuníamos en el pre-parlamento pluralista de los miércoles, creado por Willie Arthur. Estaba sobrepasado por la cantidad de docentes de izquierda que, de hecho, controlaban la nueva universidad. Pero no pude aceptar ni ayudarlo. Él y el consejo manejaron con habilidad la situación y designaron a un rector de derecha, el ex ministro del presidente Pinochet, Francisco Javier Cuadra. Pero los izquierdistas no cejaron y habían formado lo que yo en mis columnas de "El Mercurio" denominé un soviet para desbancarlo. Prepararon una verdadera intriga político-publicitaria, y lo lograron.
El soviet colocó a su hombre en la rectoría, Carlos Peña. Manuel Montt y el consejo directivo tuvieron que acomodarse a esta "nueva realidad", la misma que a la postre ha permitido a la izquierda hacerse del país y reescribir su historia y la de la propia universidad a su manera. Hoy todo Chile está tratando de acomodarse.
Entretanto, también aprovechándose del secuestro permanente de la memoria de Manolo, hoy otro exrector de izquierda y excolumnista de "El Mercurio", a quien éste sí le publica su carta, Agustín Squella, exacerba el abuso y escribe: "Manuel Montt, valiente y visionario fundador de la UDP cuando declararse pluralista (1982) era bastante riesgoso". Eso es casi un chiste, dado que la lucha de Manolo y el consejo era para impedir que la izquierda les tomara la universidad.
Supongo que desde el Más Allá Manolo estará mirando humorísticamente la situación. Aunque reírse resulte cada vez más difícil, vistos la defección de la Armada en el caso del monumento al almirante Merino, los radiopatrullas de Carabineros pintados con la bandera del orgullo gay y la propia captura de la memoria y recuerdos de Manolo por el soviet, que ahora hasta reinventa su historia personal como un casi "perseguido político" del gobierno al cual siempre apoyó y defendió.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/