7 DE ENERO DE 2022
Hermógenes Pérez de Arce
La prensa piñerista ha más bien ocultado que publicado el resultado electoral en el Colegio de Abogados, donde la lista gremial "por la defensa del Estado de Derecho" obtuvo seis de los diez cargos de consejeros en los recientes comicios. Representa un cambio importante, pues abre perspectivas de que dicho Colegio cumpla con su obligación estatutaria de velar por el respeto a las leyes que crónicamente atropellan los jueces prevaricadores de izquierda en juicios contra militares (r).
El mismo Colegio, controlado por el piñerismo, censuró y se negó a publicar en 2015 un artículo mío denunciando las ilegalidades de un fallo contra militares (r), redactado por un abogado integrante de la Corte Suprema y amigote de los piñeristas, que así le guardaron las espaldas.
El fallo condenó a cinco años y un día a tres exmarinos, un excarabinero y un exdetective por la detención y muerte del mirista Rudy Cárcamo en 1974, en el cuartel "Ancla 2" de Talcahuano, infringiendo no sólo los códigos sino principios básicos del derecho penal. Los jueces de primera instancia y apelaciones también habían condenado pero, como diciendo "sí, prevaricamos, por lo menos no hacemos daño en exceso", impusieron 541 días remitidos. Los supremos, en cambio, más odiosos, "querían sangre" e impusieron cinco años (y hasta uno propuso diez) efectivos.
Como condenaban a un marino (r) amigo mío, que ni siquiera había estado en el cuartel a la fecha de la detención, decidí leer el fallo, reproducido en el memorable libro de Adolfo Paúl, "Procesos Sobre Violación de Derechos Humanos". Comprobé (1) que no probaba el delito y hasta confesaba no poder hacerlo, (2) condenaba por un delito que sólo pueden cometer particulares, lo cual mi amigo no era, en su condición de funcionario de la Armada, (3) además lo acusaba de detener a alguien en un lugar en que él no había siquiera estado en esa fecha. Esto traspasaba la "línea roja", porque ya era sabido que los jueces prevaricadores habitualmente mandaban (y mandan) presos a militares por "estar ahí", pero hasta entonces no condenaban por "no estar ahí"; y (4) el fallo atropellaba las leyes sobre prescripción, amnistía, cosa juzgada y reguladoras de la prueba, incumplidas estas últimas sobre todo tratándose de establecer presunciones.
Entonces reproduje mi artículo, impublicable en la Revista del Abogado, en este blog el 27 de marzo de 2015 y hasta hoy ha recibido 2.320 lecturas.
Cuando en el futuro se imponga la verdad histórica (pues, como dice el refrán, "para verdades, el tiempo"), supongo que la renovada directiva del Colegio, aparte de publicar mi artículo con una nota de desagravio (aunque sea póstuma), también lo enmarcará y colgará con una contrición escrita al pie en su sala de reuniones.
No es que quiera amenazar a nadie, pero un matinal que me censuró con la misma arbitrariedad que el Colegio hoy ha desaparecido de la pantalla.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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