24 DE NOVIEMBRE DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Monseñor Ramón Ángel Jara escribió: "Hay una mujer que tiene mucho de Dios por la inmensidad de su amor y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados". A todos nos ha sido deparada una y quienes la hemos perdido daríamos mucho por volver a mirarla un solo instante. 

Si ella nos pidiera hoy elegir entre dos personas para encargarse de importantes asuntos suyos ¿a cuál elegiríamos?

Una de esas personas es un hombre de 55 años y la otra uno de 35. Diferente experiencia.

El primero es profesional universitario, abogado de conocida trayectoria política, y el otro un egresado de derecho que no ha podido recibirse, pues ha reprobado dos veces su examen de grado. 

En cuanto a estabilidad emocional, uno es de una personalidad reconocidamente serena y estable. El otro sufre de un trastorno obsesivo-compulsivo, que está bajo tratamiento.

También en cuanto a solidez familiar los antecedentes son distintos: uno está casado hace más de veinte años con la misma mujer y tiene nueve hijos. El otro nunca se ha casado, ha confesado públicamente haber hecho "exploraciones" a personas del mismo sexo para precisar sus propias inclinaciones y, aparentemente, tiene una pareja femenina informal.

En relación a antecedentes de conducta, el primero exhibe una hoja de vida intachable, en cambio el segundo ha sido investigado judicialmente por robo en un supermercado y su imagen más divulgada lo muestra eludiendo un torniquete de pago del metro.

El primero se ha caracterizado por defender a los guardianes del orden público, mientras el segundo ha sido visto insultándolos y denigrando su actuar.

En su opción pública, el primero aparece defendiendo los ideales de una sociedad libre y la vigencia de una democracia representativa, mientras el segundo es el candidato del comunismo, régimen de partido único que documentadamente ("Libro Negro del Comunismo") ha dado lugar a cien millones de muertes, sin contar las ocasionadas por hambrunas derivadas de sus políticas, que mataron a decenas de millones más.

En Chile, el primero adhirió a un régimen que derrotó al terrorismo y la violencia políticas y que, tras un veredicto ciudadano adverso, entregó el poder a sus opositores. El país entonces era pacífico, no tenía  conflicto en la Araucanía y, habiendo sorteado exitosamente graves amenazas a su soberanía, había conservado su territorio intacto. El segundo, en cambio, se declara admirador de un Presidente que fue depuesto en medio del caos y cuatro días después de haber confesado en "El Mercurio": "Queda harina para sólo pocos días más".

¿A cuál de los dos aconsejaría usted elegir para manejar los asuntos más delicados de su señora madre...o de la madre de todos, que es la Patria? 

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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