28 DE SEPTIEMBRE DE 2021
Hermógenes Pérez de Arce
El presidente Ramón Barros Luco sostenía que no había que preocuparse de los problemas, porque éstos eran de dos clases: los que no tienen solución y respecto de los cuales no hay nada que hacer, y los que se arreglan solos, frente a los cuales tampoco hay nada que hacer.
Este último es el caso del problema migratorio que se nos ha producido y cuyo estallido en Iquique "dio la vuelta al mundo": se debe a que miles de venezolanos vienen huyendo de las miserias del "socialismo bolivariano" y quieren radicarse en Chile, donde todavía impera un régimen de libre mercado que les ofrece trabajo y mejores condiciones de vida.
Pero Chile, a su turno, encabezado por su actual presidente, Sebastián Piñera, está transitando aceleradamente hacia el socialismo y cuando la Constitución de ese corte impere en el país, perspectiva no lejana, puesto que quien encabeza las encuestas presidenciales es un candidato socialista apoyado por los comunistas, que admira al régimen de Venezuela, es obvio que los inmigrantes van a dejar de llegar acá, puesto que vienen huyendo de eso. Por algo no se quedan en Bolivia, país de gobierno socialista también, e ingresan masivamente a Chile por Colchane, pueblo fronterizo.
Entonces el problema migratorio se va a solucionar solo: los pobres de otras partes van a dejar de fluir hacia Chile, pues acá se está instalando el socialismo. Probablemente, incluso, dicho flujo se revierta, pues va a haber pobres chilenos que van a desear irse a vivir a otro país de economía libre como la que había acá.
En resumen, en unos meses más van a dejar de venir venezolanos y, al contrario, va a haber chilenos buscando emigrar. El problema se va a haber solucionado solo. Es decir, Barros Luco en ese caso tenía toda la razón.
Y probablemente en el del nuevo problema que tendremos los chilenos bajo el socialismo también, pues de la imbecilidad colectiva tampoco vale la pena preocuparse, porque no tiene solución.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
.