24 DE ENERO DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


En Chile el 90 % ignora la verdad de los hechos, lo que explica inexactitudes públicas notables. Dos de las más recientes han generado, respectivamente, la candidatura presidencial de Ignacio Briones y los homenajes póstumos a Juan Guzmán.

Briones ha sido un aceptable ministro de Hacienda, pese a que terminó 2020 con el déficit presupuestario mayor desde 1973, bajo la UP. Pero no fue su culpa. Fue tan serio que se opuso, sin éxito, a los retiros del 10 % del ahorro previsional.

Ahora ha sido proclamado candidato presidencial exclusivamente porque dijo: "En Estados Unidos Julio Ponce habría ido preso". "La Tercera" seleccionó a ésa como "la frase de la semana". Todos los demás medios la destacaron y el partido de Briones, Evópoli, se excitó tanto que lo proclamó su candidato presidencial. Pero en La Moneda la frase no cayó bien, porque, seguramente por ignorancia política (propia de muchos economistas) "mencionó la soga en la casa del ahorcado."

Y lo que dijo, además, no es verdad. El "Caso Cascadas", por el cual la justicia condenó a Julio Ponce, se originó en que Sebastián Piñera tenía acciones de sociedades controladoras de SQM y quería obligar a Ponce a fusionarlas, porque así subirían de precio y él haría una "pasada" sin "moverse de su escritorio". Entonces lo presionó, pero aquél se negó a fusionar. Visto eso, la firma que corría con las inversiones de Piñera preparó una denuncia ante la Superintendencia por las compraventas de acciones que Ponce había realizado. La Superintendencia acogió la acusación e inició procesos. Piñera, no obstante, enviaba continuos mensajes a Ponce, incluso durante un "comité político" (que después tuvo que hacer "desaparecer") en La Moneda, en el sentido de que, si fusionaba las sociedades, él "hablaría con la Superintendencia". Entretanto, la mayoría de los demás querellados por similares operaciones bursátiles fueron sobreseídos, por no considerarse que hubieran cometido delito. Una jueza seria, María Cecilia Morales (no llegará a ninguna parte en este Poder Judicial), en un fallo de 311 páginas dejó sentado que no había podido encontrar evidencia del "esquema" delictual denunciado por la Superintendencia. Pero el juicio contra Julio Ponce estaba ante otro tribunal y, además, éste era culpable de otro delito imperdonable: haber sido yerno de Pinochet. Entonces otro juez, con estándares "distintos" a los de María Cecilia Morales, lo condenó. Y la propaganda de izquierda se ha ensañado con él, pero a Piñera, que hizo las mismas operaciones bursátiles y, además, ejerció las anteriores presiones indebidas, lo dejó "pasar piola" en este caso. 

La mayor verdad sobre la materia, publicada en "El Mostrador" de 12.03.13, la dijo Julio Ponce: "si Sebastián Piñera no hubiera tenido acciones de las Cascadas, no habría habido 'caso Cascadas'". Fue un típico "juicio por los diarios". En conclusión, así como en la mayoría de los juicios contra otros operadores éstos resultaron absueltos, es probable que en los Estados Unidos tampoco hubieran podido encontrar el "esquema delictual" y Ponce no hubiera sido condenado.. Pero la frase "para la galería" de Briones prendió y será candidato presidencial gracias a ella. 

Para quienes deseen saber mayores detalles del "caso Cascadas" los remito a mi blog del 14.10.14.

Otra gran inexactitud nacional la constituyen los homenajes al recién fallecido juez Juan Guzmán, famoso por haber procesado a Pinochet, lo que le acarreó el favor de la izquierda chilena y mundial. Pero en el "caso Caravana", por el cual lo procesó, el expresidente no tuvo nada que ver y ni siquiera supo de los acontecimientos. Yo escribí el libro "La Verdad de Juicio a Pinochet" probando esto último y el historiador Gonzalo Vial, que no simpatizaba con Pinochet, pues éste le había pedido la renuncia como ministro de manera abrupta, reconoció, sin embargo: "Hermógenes Pérez de Arce publicó un lúcido y provocador análisis jurídico de las irregularidades legales y procesales cometidas (afirmaba) por el ministro Guzmán en el juicio Pinochet. Nadie recogió el guante. No era el derecho el tema fundamental que se disputaba". ("Pinochet, la Biografía", p. 693.)

No era el derecho el tema, pues quien condujo ese proceso de principio a fin fue el abogado comunista y hoy diputado Hugo Gutiérrez. Manejó a Juan Guzmán como quiso. Paradójicamente, el juez simpatizaba con Pinochet, tanto que, cuando era presidente y había pasado por Talca, donde Guzmán era ministro de Corte, éste le pidió a una hija del mandatario que consiguiera con él autografiar la foto donde ambos aparecían juntos. Pero la perspectiva de ser mundialmente famoso encandiló a Guzmán, que hizo todo lo que Gutiérrez le propuso. Por eso fue este último quien, desde la plaza Montt-Varas, anunció al país y al mundo el infundado auto de procesamiento del expresidente y entonces senador. 

Pero Guzmán puso una lápida a su prestigio judicial cuando declaró públicamente que le daba a Pinochet la oportunidad de "probar su inocencia", siendo que éste estaba amparado constitucional y judicialmente por la presunción de inocencia. Justamente la principal obligación de Guzmán como juez y según el código era probar la culpabilidad de Pinochet, cosa que nunca hizo. Pero eso no es obstáculo para que la actual justicia chilena condene a militares. Esa supina y confesa ignorancia jurídica de Guzmán no obstó a que obtuviera el premio internacional izquierdista "Xifras Eras". Entonces, sin perjuicio de mirarse con respeto su fallecimiento, elevarlo a los altares judiciales parece más que excesivo.

Ha sido otra de las inexactitudes nacionales de cada día.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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