Gonzalo Ibáñez Santamaría


Los últimos crímenes -asesinatos- han estremecido al país. Más de veinte en una semana, de los cuales por lo menos cuatro de menores que celebraban un cumpleaños en Quilicura. Ellos se vienen a sumar a una larga serie cuyos inicios hay que buscarlos años atrás. El Chile de hoy es totalmente desconocido para quienes hemos sido y somos sus habitantes. Hemos de salir de nuestras casas tomando precauciones y volver temprano por el riesgo de convertirnos en la siguiente víctima de esa delincuencia.

Nuestro país ha sido definitivamente puesto contra la pared por esta delincuencia. Ella ha instaurado entre nosotros su dictadura. Pero, la delincuencia no se desarrolla y se potencia como lo ha hecho en Chile, si no cuenta con condiciones favorables. Estas han sido puestas, sin duda, por quienes hoy ejercen el poder. Ellos promovieron hace cinco años una situación de rebelión en la cual se dio rienda suelta a la violencia delictual con el resultado que todos conocemos. Esa violencia fue acompañada por un ataque sin precedentes a nuestros cuerpos policiales y a nuestras Fuerzas Armadas. Hoy, pagamos la cuenta.

Pero, también tiene responsabilidad toda nuestra clase política. El 11 de septiembre de 1973 nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros debieron asumir el poder político del país, porque Chile estaba en trance de extinción. Como lo dijo, entonces, Eduardo Frei Montalva, los militares salvaron el país. Sin embargo, esa clase política, mucha de la cual se formó al alero del poder militar, hizo de la mentira uno de sus instrumentos. Así comenzaron una campaña para culpar a esas Fuerzas de haber derrocado a un gobierno completamente ilegítimo, pero por ellas considerado legítimo -el de Salvador Allende- movidas sólo por una ambición de poder. Ha sido una campaña mentirosa de desprestigio de nuestros uniformados que también ha terminado por debilitarlos frente a la delincuencia.

Hoy, esa clase pretende redimirse exigiendo que en la Región Metropolitana se declare Estado de Sitio. Por cierto, es necesario, pero, a la vez, es necesario cambiar esa clase, con el gobierno a la cabeza, por otra que respete la historia del país y actúen en consecuencia. Entretanto, ya está claro, vamos a ir de mal en peor.

Fuente: https://web.facebook.com/gonzaloibanezsm

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