Gonzalo Ibáñez Santamaría


Ella acaba de ser nominada como candidata a la presidencia de la República de Chile (todavía República) por el conglomerado Unidad Constituyente (ahora Nuevo Pacto Social), pero ella pertenece el partido autodenominado Democracia Cristiana. Digo autodenominado porque nunca ha sido ni democracia ni cristiana. Sin embargo, sus militantes se esconden bajo esos nombres venerables para tratar de seducir al electorado. Especialmente grave, como se comprenderá, es el abuso del término cristiano. Abuso que ya es una traición.

De hecho, este partido nació traicionando a Cristo y a su doctrina. Fue en 1957 con el propósito de fabricar un disfraz que permitiera a gente que se decía cristiana asumir las ideas de un marxismo que en esa época aparecía como arrollador. Fue así cómo, desde un comienzo, ese partido se plegó a la dialéctica de la lucha de clases hasta el punto de que cuando fue gobierno, entre 1964 y 1970, estuvo siempre marcado por el signo de ese conflicto. Fue así como abrió las puertas del poder al marxismo criollo que, como lo sabemos, lo conquistó en 1970. Hoy, esa D.C. está en la misma ruta. Yasna Provoste, su abanderada, se prepara para ser el nuevo Frei Montalva, para que esta vez termine definitivamente entregando a Chile al comunismo.

Desde luego, para mostrar como el nombre de cristiano no es más que un disfraz para cazar incautos, Yasna se declara partidaria de la ley que autorizaría matar, sin expresión de causa, a los niños en el vientre de sus madres hasta la semana catorce del embarazo. Alega que no es una cuestión valórica, sino de derechos humanos, por lo que no estaría comprometida por el nombre de cristiana. Pero, el hecho es que se trata de matar a un ser humano indefenso e inocente. Que ese ser sea humano no es una invención del cristianismo. Al contrario, éste prohíbe darle muerte precisamente porque es humano. Por eso, al respaldar este proyecto, Yasna Provoste no sólo traiciona su condición de cristiana, sino que entra en un espiral de inhumanidad en el cual quiere involucrar a todo el país.

En este camino de inhumanidad hay otras etapas, varias de las cuales ya las vemos en operación. Por ejemplo, coartar la libertad de emprendimiento esgrimiendo cualquier motivo, pero siempre con el mismo resultado: la miseria de gran parte de la población y su total sometimiento a los dictados del poder, so pena de quedarse sin nada que comer. También, pervertir a la juventud para que crea que da lo mismo acostarse con una mujer que con un hombre, como consecuencia de oficializar aquello que se denomina “matrimonio igualitario”.

Yasna se prepara así para escribir un nuevo capítulo en esta tortuosa historia de su partido: traicionar a Cristo traicionándonos a todos: mujeres y hombres; adultos, jóvenes y niños. . . Todos al sacrificio.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

.