Gonzalo Ibáñez Santamaría


Gabriel Boric, entre otros, pide se deje sin efecto y se retiren las querellas que se han presentado contra los culpables de los graves delitos cometidos en el estallido de violencia el 18 de octubre de 2019 y en los meses siguientes. Y que se ponga en inmediata libertad a quienes aún están detenidos por esos hechos. A esta petición concurren varios; de hecho, todo el extremismo marxista representado por los partidos del Frente Amplio, por el partido comunista y por grupos de recién elegidos a la Convención Constituyente simplemente lo exigen y que ello deba tener lugar antes de la instalación de esa Convención. Es una manera de hacer la apología de la violencia que esos personajes desataron sobre las ciudades chilenas y sobre chilenas y chilenos que lo único que querían era vivir y trabajar en paz.

No fueron delitos menores los que se cometieron: recordemos la destrucción y el saqueo de supermercados y locales comerciales, la destrucción de líneas completas del Metro de Santiago, incendio de Iglesias, corte de calles y de caminos, violentos enfrentamientos con Carabineros con el resultado de más de cinco mil efectivos heridos, etc. No hay recuerdo en la historia de Chile de una violencia igual a la de esos días que, en definitiva, vulneró derechos esenciales de muchas personas. Sin embargo, Boric y su grupo piden que se dejen sin efecto las respectivas querellas y se haga como si esa violencia nunca hubiera existido. Para nada les importa la suerte de las personas afectadas por la comisión de esos delitos: muchos de ellos vieron desaparecer sus fuentes de trabajo y de sustento.

Esta petición/exigencia demuestra una vez más, como si aún fuera necesario, el carácter esencial de esos actos de violencia entre los motivos del famoso “estallido”. Esos actos no fueron cometidos por delincuentes externos a los grupos que se manifestaban -como se nos quiso hacer creer- sino que constituían un factor esencial de la estrategia de esos días para conseguir el objetivo de desestabilizar el país, precipitarlo en el caos y dejarlo entregado a las más descabelladas aventuras políticas. Y demuestra cómo detrás de esos actos de violencia estaban Boric y sus grupos afines, con el PC a la cabeza. Con esta petición claramente apuntan ahora a borrar sus huellas en lo que sucedió entonces.

Queda a la vista la tremenda hipocresía que esos grupos vanamente tratan de ocultar. Condenan la fuerza que emplean Carabineros y la PDI con el fin de cumplir con su deber de defender la integridad del país y los derechos de sus habitantes y, sin embargo, impulsan y cohonestan esta violencia delictual para obtener sus propósitos de que Chile vuelva al estado de colonia del marxismo que tuvo entre 1970 y 1973. ¿Tendrán fuerza las autoridades de nuestro país para hacer que se respete el orden de derecho y de justicia que incluye el enjuiciamiento de los que cometieron delitos en los días del mentado estallido y en los siguientes? De no ser así, sólo tendremos como resultado un recrudecimiento exponencial de la violencia.

 Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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