Gonzalo Ibáñez Santamaría


Felicitando a Joe Biden, aparente triunfador en las elecciones presidenciales en USA, nuestro presidente Sebastián Piñera afirma que con él comparte, entre otros valores, el de “la defensa de los derechos humanos”. Asombrosa esta afirmación después de todo lo que ha pasado en Chile desde hace poco más de doce meses. Si quisiéramos resumir este período, podríamos decir que él ha sido el de la masacre de los derechos humanos de toda la población a manos de una violencia desatada que destruyó indiscriminadamente propiedad pública y privada, que provocó un costo social gigantesco y que cercenó derechos fundamentales por todas partes.

De cara a lo que sucedió en ese período, ¿podemos sinceramente decir que el presidente Piñera hace de la defensa de los derechos humanos uno de sus valores fundamentales? Creo que la respuesta, si quiere reflejar lo que efectivamente sucedió, no puede ser sino negativa. Piñera no sólo no puso en práctica ninguna política destinada seriamente a controlar esa violencia sino que, al revés, maniató y quitó respaldo a los cuerpos policiales cuya finalidad es la mantención del orden y de la paz en el territorio nacional. Por esa vía se convirtió más en un facilitador de la violación de esos derechos, muy lejos del cumplimiento de su deber como presidente.

Leyendo entre líneas lo que dijo Piñera, queda la impresión que él se hace eco de esa estrategia ideológica que emplea el término “derechos humanos” como un ariete de subversión. De esta manera, los derechos humanos sólo pertenecen al grupo que practica esa subversión sin fijarse en los medios para alcanzar su objetivo. Y es una versión que, precisamente, tiene por objeto maniatar a la policía en el cumplimiento de su deber, pues su accionar en este sentido puede terminar lesionando a alguno de los manifestantes que, entonces, puede clamar que le han violado sus derechos humanos. Pero, las víctimas de la violencia de aquellos manifestantes, jamás pueden recurrir a los derechos humanos para defender valores esenciales de su vida y de la convivencia humana.

Durante los doce meses que ya pasaron, queda claro que Piñera ha hecho suya esta sesgadísima versión de los derechos humanos y que, con ella, se presenta ante organismos como la ONU o como el Instituto Chileno llamado de “Derechos Humanos”. Está mucho más preocupado del juicio que ellos puedan emitir que de defender a la población chilena de la agresión de la que es víctima. Es imposible no concluir que si Joe Biden en los Estados Unidos defiende los derechos humanos como lo ha hecho Piñera en Chile, ese país está perdido.

Por último, no puede dejar de mencionarse cómo, en Estados Unidos especialmente pero también en Chile, son masacrados cientos de seres humanos -niños- a los cuales se les niega su derecho a la vida antes de que nazcan, como si fueran meros animales. Y, respecto a esta masacre ni Biden ni Piñera han dicho nada. ¿Qué pensar entonces de la invocación que hacen a los derechos humanos?

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm