Gonzalo Ibáñez Santamaría
Ayer se publicaron unas declaraciones del Ministro Enrique Paris en la que con toda solemnidad afirma que el Festival de la Canción de Viña del Mar, programado para la última semana de febrero, esto es, para cinco meses más, no puede realizarse por el riesgo de propagación de la pandemia que lleva asociado.
En Viña del Mar y Valparaíso esas declaraciones han producido una consternación mayor por la importancia que ese evento tiene en la marcha de nuestras ciudades. Pero también un enorme desconcierto porque resulta que en unos días más deberá realizarse el plebiscito que va a obligar a salir de sus casas a cantidades de gente muy superiores a las que concurren a la Quinta Vergara, y ello sin que ni al ministro ni a ninguna autoridad le produzca mayor preocupación.
La verdad, sin embargo, es la del Festival. Por algo estamos en un estado de catástrofe sometidos a las más severas restricciones que se hayan aplicado en nuestra historia. De hecho, en Valparaíso y Viña del Mar estamos en cuarentena ya por casi tres meses. Y, en medio de ese estado de catástrofe y con la cuarentena vigente, tendremos que ir a votar. Inconcebible.
Lo cual sería además incomprensible si no fuera porque conocemos ya lo que es nuestra clase política, presidente de la República y parlamentarios, incapaces de reconocer el interés nacional. Al contrario, en este caso, el país se ve obligado a satisfacer un “gustito” que quiere darse esa clase, aunque eso signifique poner en grave riesgo la salud de todos nosotros.
Es lo que me motivó a presentar un recurso de protección alegando que, cualesquiera sean las medidas que se adopten para amortiguar el impacto de la pandemia entre quienes concurran a votar, el hecho es que el medio ambiente estará saturado de contaminación por el COVID-19, violentando así la garantía constitucional reconocida por el art. 19 Nº 8 a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Y que este medio ambiente es la única garantía eficaz para resguardar el derecho a la vida, a la integridad física y a la salud. Todo lo demás, como alguien dijo, es música*.
Los Tribunales de Justicia se han convertido, en este punto, en el último recurso para que impere la cordura en la conducción del país. En sus manos está nuestra suerte.
*https://www.mercuriovalpo.cl/.../01/full/cuerpo-principal/3/
Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm/
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