Gonzalo Ibáñez Santamaría


Hoy 18 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de aquel mismo día de septiembre de 1810, cuando nuestro país inició la tarea de independizarse de la corona española, la que culminaría el 12 de febrero de 1818 cuando esa independencia fue proclamada de manera oficial y solemne. Por lo tanto, son 210 los años que han trascurrido desde entonces. Pero, no desdeñemos lo que sucedió antes, durante la Conquista y la Colonia. De hecho, la independencia que hoy conmemoramos es de aquello que se formó durante esos años.

La historia de la nación chilena comienza cuando Pedro de Valdivia y su pequeña hueste decidieron quedarse en este territorio y fundaron un mismo 12 de febrero pero, esta vez, de 1541 lo que va a ser la ciudad de Santiago. Y, en la tarea, no se embarcaron sólo ellos sino también los grupos humanos que ya habitaban el lugar. Es que de inmediato y sin complejo alguno comenzó la unión de ambas razas de donde, a poco andar, brotaría el embrión de una raza chilena llamada a constituir la gran mayoría de la población. La historia entre esa fecha y la de la independencia fue la historia de un gigantesco esfuerzo por forjar el nuevo país. Por ejemplo, fue la época en que se fundaron casi todas las ciudades chilenas, de Copiapó hasta Concepción. También, Valdivia y Chiloé. Y que ese esfuerzo logró su objetivo lo demostró precisamente la exitosa empresa de la Independencia. Ya había un país dotado de la robustez suficiente para iniciar una vida desligada de la metrópoli europea.

Lo que vino después fue, sin descanso, la continuación de ese esfuerzo. Con altos y bajo, avances y retrocesos, Chile ha logrado salir airoso de las pruebas, a veces muy duras, a que lo ha sometido una historia ya larga de casi 500 años. Por eso, antes que nada, vaya nuestra gratitud a todas las generaciones que nos precedieron y que dieron lo mejor de sí para que hoy podamos vivir en este Chile que nos acoge. En seguida, vaya nuestra decisión, de cara las generaciones que nos sucederán, de avanzar y profundizar en esta tarea para así poder entregarles a ellas un país aún mejor.

Lo afirmamos especialmente hoy cuando enfrentamos un nuevo intento de hacer tabla rasa con nuestra historia y de “refundar” a partir de cero un nuevo país del cual, en principio, todo se desconoce. Pero, no hay ilusión que hacerse, porque sí conocemos las ideologías que subyacen a esta pretensión y como, a su paso por países con una historia aún más centenaria que la nuestra, éstos fueron prácticamente arrasados.

Al frente tenemos una obra de demagogia que, de triunfar, comprometería muy prolongadamente el futuro de Chile y los chilenos. Evitarlo, para continuar construyendo nuestro país, es la tarea de este día.


Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm/

.