La Constitución que Yo Quiero ¡Es la que Hay!

 

 

 

 

 

 

 

Gonzalo Ibáñez Santamaría


Refiriéndose al plebiscito programado para el próximo 25 de octubre, el presidente ha reconocido que la coalición gobernante se encuentra más o menos dividida en torno a las opciones “apruebo” o “rechazo”. Pero, según él, hay que desdramatizar esta situación, porque si bien habría diferencias en cuanto al camino habría, en cambio, una perfecta unanimidad en cuanto al fin de esos caminos: cambiar la constitución, sea a través de una asamblea constituyente o a través del mismo Congreso. Ese sería todo el alcance del plebiscito.

Nos damos por notificados:, de manera abierta el presidente nos ha notificado que él está por el cambio de constitución sí o sí, venga ese cambio por una vía o por la otra. Hoy sabemos entonces que para él no se trata, como fue cuando se pactó el plebiscito, de elegir entre mantener la antigua constitución o iniciar un procedimiento para dotarse de una nueva, elaborada a partir de una hoja en blanco. Fuimos muchos los que, en esa disyuntiva, preferimos quedarnos con la actual constitución antes de embarcarnos en una aventura que parecía a todas luces insensata.

Hoy Piñera está decidido a llevar al país a emprender esa aventura, tan insensata como ayer. Y quiere hacerlo asumiendo la representación de todos los chilenos a los cuales el supone estar sin reservas detrás de su nueva postura. Pero, entremedio, vino la pandemia con sus durísimas consecuencias sociales y económicas, lo cual hace que la opción por el cambio de constitución sea hoy mucha más insensata que ayer.

Por eso yo quiero decirle al presidente que no hable en este tema a nombre de todos los chilenos porque yo, al menos, no quiero cambiar la constitución ni que ella sea cambiada. Y que la constitución que yo quiero es la que actualmente tenemos. No es que esta constitución actual sea un fetiche para mí, pero debo reconocer que el país, bajo su vigencia, se ha desarrollado como nunca en su historia. Es posible que se le puedan introducir cambios que aun la mejoren y adapten a los tiempos que corren. Pero, de ahí a tirarla por la borda hay un enorme espacio. Por otra parte, la pandemia exige que nos concentremos sin reservas en el combate a sus nefastas consecuencias. Hoy es el momento que requiere la máxima unidad nacional y que no nos pongamos a discutir acerca de cuestiones bizantinas que carecen de todo sentido, por ejemplo, para el millón y tanto de chilenos que han perdido su empleo durante los últimos meses. Que dediquemos nuestro esfuerzo y recursos a este cambio constitucional es, por lo mismo, una afrenta a esos chilenos y a sus familias. Y, para eso, no estoy disponible.

Tal vez sea el único chileno que discrepe con Piñera en este tema. No lo creo; con seguridad hay muchos más pero, aunque fuera el único, insisto: no quiero cambiar la constitución y la constitución que yo quiero es la que hay.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm/

.