Gonzalo Ibáñez Santamaría

El gobierno acaba de anunciar una reforma a Carabineros destinada a alcanzar mayor eficiencia y eficacia en resguardar y mantener el orden público, “respetando los derechos humanos”.

Nada más importante que lograr que Carabineros sea más eficiente y eficaz en resguardar y mantener el orden público; pero la frase “respetando los derechos humanos” es la que enciende la alerta. Es seguro que Carabineros debe respetar los derechos humanos, pero en el contexto de estos últimos meses ya sabemos lo que eso quiere decir: tratar con guante blanco a los violentistas aunque eso signifique destrucción y atropello de los derechos humanos del común de los mortales.

Para lo que está Carabineros es para hacer respetar los derechos humanos de estos últimos, de las personas que viven en paz. Para eso deben ciertamente ser moderados en la medida de lo posible, pero sin olvidar nunca su finalidad: restablecer la paz y el orden social. Este norte lo ha perdido el gobierno que, en vez de apoyar a Carabineros, los ha maniatado y los ha dejado sin armas para contener el violentismo y la delincuencia que nos han atacado sin misericordia durante los últimos meses y que han causado un daño enorme al país. Los 300.000 cesantes que lo son porque esta violencia ha destruido sus fuentes de trabajo ¿no tienen derechos humanos, al trabajo entre otros?

Si el gobierno fuera sincero en su afán por proteger esos derechos, debería comenzar por los de esta gente. Y no lo ha hecho. En esto, ha faltado gravemente a sus deberes. De verdad, lo que necesita reforma no es Carabineros, es el mismo gobierno. Y con suma urgencia.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm/

.