Gonzalo Ibáñez Santamaría


Varias personas que se han manifestado dispuestas a apoyar la opción Apruebo tratan de disociarla de la ola de violencia que nos golpea. Especialmente si se trata de militantes de partidos de gobierno. Afirman que las manifestaciones de violencia no tienen nada que ver con la opción que ellos sostienen. La verdad, lamentablemente, es la contraria.

El plebiscito al cual estamos llamados para elegir o esa opción o la de Rechazo fue fruto de la violencia y, a pesar de que el acuerdo para organizarlo se denomino Acuerdo de Paz, la paz no ha llegado por ningún lado. Está claro ya que la violencia no se va a detener hasta que consiga sus propósitos de desmantelar la institucionalidad chilena. En esa dirección, el primer paso es el Apruebo a la opción de caducar la actual constitución y de embarcarse en la redacción de otra de cuyo contenido nada se sabe y que puede ser cualquiera. Es de toda evidencia que si gana el Apruebo, la violencia no sólo no se calmará, sino que recrudecerá para forzar el tipo de constitución afín a sus propósitos, esto es, una constitución a la venezolana.

Por eso, la opción Apruebo opera como un acicate a la violencia. Ya hemos visto como, no más ha comenzado marzo, ella se desata de una manera muy dura, peor que nunca. Para hacerle frente se requieren, desde luego, medidas de emergencia como el empoderamiento de carabineros para que puedan actuar eficazmente en el combate por el orden público. Pero, también se requiere que quienes habitamos el país comencemos a manifestar firmemente nuestro propósito de no dejarnos doblegar y de impedir que Chile sea arrastrado a una aventura insensata. Es lo que está detrás de la opción Rechazo.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm/

.