Cristián Labbé Galilea


Ante el lamento de algunos desolados contertulios, por la situación que atraviesa el país, esta realista pluma advirtió que: era el mundo el que estaba convulso, y que esa ha sido la constante, que bastaría con dar vuelta algunas páginas de la historia o retroceder el reloj del tiempo para comprobarlo; que nuestra realidad no ha sido diferente y, que en cada uno de esos difíciles momentos, siempre habían surgido protagonistas que supieron volar alto y responder a los desafíos.

Lo que pretendió ser “un calmante” generó efectos contrarios… se agudizaron las críticas, y las diatribas apuntaron a la carencia de liderazgo que estuvieran a la altura de los retos, no sólo en el mundo público y político, sino que en general en las elites empresariales, gremiales, intelectuales y demases…

Se insistía una y otra vez con la misma letanía… “los políticos de nuestro sector no están dando el ancho, sus preocupaciones están lejos de aquello que preocupa a la comunidad… viven en otro mundo”.

Fueron muchos los que insistieron que el plebiscito del 4S contempló sólo dos opciones, “Apruebo o Rechazo” y que así lo entendió todo el mundo, incluso el gobierno, -la ministro vocero fue categórica al respecto- y el mismo Presidente intervino, sin pudor, llamando a votar apruebo…  La respuesta fue un contundente triunfo del rechazo y una derrota brutal para la izquierda refundacional.

Si las cosas quedaron así de claro, ¿por qué hoy la sociedad política y las elites insisten en dar vuelta las cosas y llevar adelante un nuevo proceso constituyente… cuando, a todas luces, ello es una traición a lo resuelto por la ciudadanía? ¿No es eso desconocer la legitimidad de la constitución que hoy nos rige? ¿Por qué el que perdió ahora lleva la batuta y pone, las condiciones y los plazos para iniciar un nuevo proceso constituyente?... ¡Difícil de entender!

Hay que decirlo con claridad y sin rodeos: esa no es la prioridad que el país definió. Lo que la comunidad está pidiendo a gritos es: decisión y realismo. Lo dicen las encuestas y lo apoyan los más elementales estudios:… seguridad, situación económica, educación, migraciones…

Lamentablemente la sociedad política y las elites del país se empantanaron en un fangal del cual les costará mucho salir.

Los tiempos no están para darse “gustitos”, estos son momentos para tomar decisiones certeras, claras y abordar con firmeza los problemas reales de la gente… no hacerlo, puede salir muy caro.

Al final, los contertulios coincidieron en que las dirigencias políticas y las elites que representan los principios y valores de la Sociedad Libre, “no están haciendo lo que tienen que hacer” al no respetar las decisiones que la comunidad adoptó democráticamente. Han caído en la trampa y bailan al ritmo que les impone la izquierda… Craso error, este es el tiempo de “los liderazgos que vuelan alto y miran lejos...”

Lo que estamos viendo no son más que “gaviotas de pantano” … no de aquellas que vuelan mar a dentro.

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