Cristián Labbé Galilea
En estos días de: futbol; viajes presidenciales y ministeriales; nominaciones en el Poder Judicial y Legislativo; asaltos, portonazos, atentados y demases… se ratifica, una vez más, a pesar de haber transcurrido más de 2000 años, que el viejo truco del “Pan y Circo” (Panem et circenses) está más vigente que nunca, especialmente en la mente y en la praxis de las actuales autoridades.
Recuerdo a mis ilustrados parroquianos que el término fue acuñado en Roma (Siglo I, d.c.), para identificar conductas políticas destinadas a distraer a la población, con alimentos y espectáculos “de baja calidad”, y así encubrir sus controvertidos gobiernos. Maquiavelo (1551), fue un poco más allá, aconsejando a los «príncipes» que, además de pan y circo, debían considerar que: el fin justificaba los medios; la política no guardaba relación con la moral (era amoral) y que nunca había que intentar ganar por la fuerza lo que se podía ganar con la mentira.
En nuestra realidad, a pesar de la ignorancia e ineptitud de las actuales autoridades, ambas recomendaciones están en pleno apogeo… ¿Será que el natural instinto de la izquierda los ha llevado a ser “peritos del engaño y maestros del espectáculo”?... Qué duda cabe, el nuestro es: “un circo sin pan”, pero con múltiples pistas… tres al menos.
En una pista, la política, se despliega una eterna y brutal lucha, al mejor estilo romano, entre partidos y personajes en busca de prebendas y protagonismos; en otra pista, la económica, destacan los acróbatas, malabaristas y equilibristas que fantasean con “piruetas y saltos sin red” manteniendo al país en ascuas; en la tercera pista, la social, priman los ilusionistas, gárrulos y charlatanes, que tratan de convencer al público que… “sus ofertas” se harán realidad.
Un gran circo el nuestro…, al que ahora se agrega un componente “oficial” muy delicado… una mesa interministerial destinada a la celebración de los 50 años de los sucesos de 1973, y cuya tarea es generar el cronograma y la agenda de actividades, así como el relato común sobre “el tema”, que debe transversalizar el trabajo de los distintos ministerios de ahora en adelante.… En pocas palabras: “un nuevo circo… una nueva agenda de odio y mentira”.
Esta inquisidora pluma se pregunta, con desazón… ¿Dónde están nuestros representantes, nuestros políticos, nuestros intelectuales, nuestros empresarios, nuestros dirigentes gremiales, estudiantiles, en suma: ¿dónde están aquellos que tienen voz, tribuna y, por, sobre todo, algo que decir al respecto?
¿Vamos a dejar que la izquierda y sus paniaguados, sigan escribiendo la historia con letras torcidas y tintas cargadas de odio, rencor, resentimiento y encono?... Si han de rememorarse esos difíciles momentos… que se haga, pero con toda la verdad, porque… ¡Mitades no son verdades…! ¡Son mentiras!
Quienes defendemos la Sociedad de la Libertad y sus principios de: orden, seguridad, propiedad, bienestar, justicia…, tenemos que ponernos “de pie y firmes” en la lucha por la verdad, porque:… “la mentira… puede recorrer el mundo entero si la verdad no se pone los pantalones”.
.