Cristián Labbé Galilea


Cada día es más frecuente encontrar quienes, sin ningún pudor o reparo, se manifiestan preocupados por la contingencia. Cómo no, si son muchas las “cuchufletas” (Ch: Acción realizada sin las competencias mínimas) que han aparecido en el último tiempo y que advierten que, así como van las cosas… ¡Esto no va a terminar bien!

A pesar que las evidencias son muchas, hay quienes, movidos por intereses particulares, estamentales o simplemente por mera ingenuidad, creen que el rumbo que ha tomado la situación política nacional generará los cambios necesarios para hacernos “una mejor sociedad y un país más inclusivo” (sic).

Ahí está el desafío… es a ellos a quienes debemos “abrirles los ojos”, y advertirles que no todo lo que se ve y dice es verdadero, sino más bien un engaño, un ardid. Por más atractivas y endulzoradas que se presenten las iniciativas que se busca implantar, no son más que una trampa. Esta criolla pluma aprendió alguna vez que: “Cuando el diablo se presenta bien vestido, es porque quiere por bueno ser tenido”.

En este sentido, cobran relevancia las declaraciones del expresidente Lagos, quien manifestó duras críticas al trabajo y definiciones de la Convención, como: el fin del Senado, la plurinacionalidad, la separación de Poderes, los cambios a la justicia... Consciente Lagos que existen posibilidades de que gane el Rechazo y que tanto la izquierda radical como el gobierno se jugarán por el Apruebo, aduciendo la engañosa letanía que: “la opción es entre la Constitución de Pinochet o una nueva”, el expresidente aclaró que, de ganar el Rechazo, lo que regirá será la Constitución que él firmó el 2005, oportunidad en la que señaló: “Chile cuenta desde ahora con una Constitución democrática…”

Las declaraciones del expresidente reflejan su preocupación, y de la centroizquierda, por el rumbo que ha tomado la Constituyente; además, representan un certero golpe al Presidente Boric, al señalar que: “Tendría que actualizarse un poco y ver que esa reforma (…) nos costó seis años…”. Claramente su intervención se ha transformado en una referencia y una aclaración para quienes aún están engañados o dudosos si votar… Apruebo o Rechazo.

Para muchos ha sido importante oír a Lagos decir que: el país está en “un momento delicado, … (y que) ojalá las instituciones republicanas puedan fortalecerse y no debilitarse”, haciendo énfasis en que la Constitución que nos rige no es la de Pinochet sino la que lleva su firma y la de sus ministros.

Así las cosas, la tarea que tenemos para que “todo termine bien” no es simple; se sabe que: “es más fácil engañar a la gente, que convencerla que está siendo engañada” (Mark Twain). Sin embargo, la verdad sea dicha, ayuda que cada vez sean más los intelectuales y líderes políticos (ex Concertación incluida) los que advierten que es un engaño plantear que la alternativa es: “aprobar lo que presente la Constituyente o volver a la Constitución de los Cuatro Generales”, como sentenció el Presidente Boric.

.