Publicado en Diario Financiero 28.12.2023 

 

 

 

 

 

 

por Axel Kaiser


Sin duda hay gente buena e inteligente en Chile Vamos. Sin embargo, a estas alturas, no queda más que constatar su fracaso como alternativa política viable para nuestro país. Y es que no se puede apostar por un grupo sin principios propios, o más bien, con principios de centroizquierda y que, por lo tanto, están siempre dispuestos a transar con la izquierda más dura.

Para ellos el problema es Republicanos, en circunstancias de que este grupo jamás habría tenido un espacio si el resto de la «derecha» no se hubiera corrido tanto a la izquierda. Ahora buscan culpar también a Kast por la debacle del último proceso constituyente. Esto no solo refleja que la centro «derecha» es, intelectualmente, parte de la centroizquierda con la que se siente cómoda, sino además que no entienden absolutamente nada de sobre la izquierda radical antidemocrática que nos gobierna.

Si lo entendieran nunca habrían sacrificado la constitución para supuestamente aplacar la violencia de 2019 que solo se calmó por la pandemia- y menos pensarían que Lagos u otros de ese sector aprobarían una constitución diseñada por Kast. Como no entienden demasiado de política, luego del rechazo de la constitución marxista indigenista con 62% esa misma «centroderecha», por darle el gusto a la izquierda extrema, abrió, de espaldas a la ciudadanía y violando la constitución, un segundo proceso constituyente dándole así, a la izquierda dura que ya estaba derrotada, una nueva oportunidad para recuperar terreno.

Ahora, los yihadistas de la moderación, acusan que la constitución era maximalista y que por eso se perdió cuando ellos mismos defendieron la carta propuesta en la campaña diciendo que era mejor que la actual. Kast, por su parte, se compró el cuento fantasioso de que había posibilidades de sacar su constitución si se movía a la izquierda como le exigía la centro «derecha». Y así pagó el precio de perder a parte de su base además de hundirse con el resultado del referéndum, uno de los más predecibles de la historia política chilena.

Lamentable porque republicanos es la única derecha que hay en Chile y salvo que se maneje muy bien, lo que no está ocurriendo, dejará otra vez un vacío en ese sector. Para peor, el piñerismo se lanza sobre republicanos para dividir el sector y asegurarse de perder las próximas municipales y presidenciales. Todo sea por no reconocer su propia ineptitud. Mejor ver gobernando a Bachelet por tercera vez o a su amiga Camila, que a Kast.

Sea cual sea el devenir de todo este asunto, lo claro es que la centro derecha chilena ha sido parte fundamental del problema de un país que ha gobernado dos veces sin haber más que acelerado su deterioro. Jamás entenderán que a la izquierda dura no se le puede ceder un centímetro y que cuando está agonizando, como ocurrió luego del 62%, hay que liquidarla. Bastaba que no abrieran un segundo proceso que nadie quería o que al menos hicieran un referéndum de entrada y ahí moría toda la causa izquierdista. Pero no. Hubo que bajar los quórums de la constitución y además abrir otro proceso.

Con esta realidad política solo queda esperar que Chile siga profundizando su camino de decadencia, uno que la centro «derecha» ha contribuido a pavimentar.

Fuente: El problema es la «derecha» - Fundación para el Progreso (fppchile.org)

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