por Remigio Pardo
Las escuelas de adoctrinamiento político son instituciones cuyo objetivo principal es inculcar ideologías políticas, a menudo de manera dogmática, con una crítica muy parcial. Este tipo de planteles son creados por gobiernos, partidos políticos u organizaciones ideológicas con el objetivo de formar activistas y militantes que compartan sus creencias y valores.
El adoctrinamiento político puede ser explícito o sea muy directo, o implícito donde el adoctrinamiento está inserto en otro tema sin que esté claro que contiene adoctrinamiento político.
Comúnmente el adoctrinamiento ideológico incluye:
— La enseñanza dogmática, donde es válida una sola verdad o ideología.
— Ausencia de crítica o debate, en donde la crítica o el debate son unilaterales y parciales en relación con los eventos o la ideología.
— Enfatizan la lealtad, priorizando la lealtad a la ideología o al líder; nunca se la crítica y se evitan los pensamientos disruptivos.
— Control informativo, es decir se controla toda la información, para evitar ideas contrarias.
Algunas escuelas de adoctrinamiento ideológico conocidas han sido:
- Las Escuelas de las Juventudes Comunistas en la Unión Soviética,
- Las Escuelas de la Juventud Hitleriana en la Alemania Nazi,
- Las Escuelas de la Revolución en China.
Y ahora en Chile, descaradamente y bajo un manto de experticia profesional o cobijados bajo el patrocinio de institutos o universidades, se camuflan para avanzar en la contaminación ideológica, cuyo calendario tiene su inicio desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Desde entonces se ha buscado lograr determinados objetivos y metas que la izquierda ideologizada y totalitaria, inexorablemente ha venido imponiendo en su agenda. En esa línea, vemos como actualmente tenemos escuelas de adoctrinamiento, todas bajo un manto de experticia y seriedad, para lo cual se sirven de importantes centros y universidades; todas ellos financiados, y como no, con la plata de todos los chilenos. Por ejemplo, en enero de este año (2025), el Laboratorio de Estudios de Violencia Institucional (LEVI) da inicio a la “Primera Escuela de Formación en Prácticas de Acompañamiento y Elaboración de la Violencia de Estado” que fue dictada bajo el alero del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Este es un proyecto Fondecyt que se adjudicó a la Universidad Mayor, a través del Centro de Economía y Políticas Sociales, la que fue difundida bajo el patrocinio de esta universidad.
Se gestó esta idea con el objetivo de entregar instrumentos de auxilio y defensa para aquellos que ejercen la violencia civil y su entorno, entregando herramientas para cuando la izquierda ideológica nuevamente esté en la calle agitando el pandero de la movilización, lo que incluye desde luego la violencia. Ya con la experiencia del pasado estallido delincuencial octubrista, tanto la izquierda extrema como la primera línea necesitan fortalecer sus instrumentos para afrontar a las fuerzas del estado y de orden. Son estos los pilares de este programa financiado con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt). Para la convocatoria de esta Escuela de Adoctrinamiento, se utilizó un afiche, creado por de uno de los articuladores de la propaganda presidencial de Allende, el año 1970 (Guillermo Núñez).
La imagen del afiche representa a un carabinero a punto de lanzar un objeto, a la que se añadieron cifras sobre bombas lacrimógenas, perdigones y número de víctimas oculares durante el estallido delincuencial. El texto que acompaña a esta consigna es un subversivo mensaje que hace referencia a la imagen del carabinero expresando: “Desármelo y bótelo: peligroso juguete móvil para uso antipopular”.
Acá, quisiera hacer una reflexión: ¿cuantos de aquellos agredidos, incluso aquellos con daño ocular, realmente estaban en el lugar del hecho como blancas palomas? Todos presenciamos la revuelta octubrista, la violencia de la calle en donde de la nada agredían verbal y físicamente a todo el que se cruzara, violentistas desquiciados con elementos contundentes, con hondas, con piedras y bombas molotov agrediendo a la autoridad, a carabineros.
Entonces para ellos es el afiche, para ellos es este mensaje: “Desármalo y bótelo: peligroso juguete móvil para uso antipopular”.
Este Gobierno sigue financiando y amparando a los violentistas octubristas, que ahora se han transformado en víctimas de la violencia de Estado y para ellos es esta capacitación, dirigida tanto a activistas como técnicos y profesionales. Millones de pesos botados en programas y proyectos que reivindican la violencia y la insurrección, todo financiado con fondos del estado, o sea con el dinero de los impuestos con que no acogota ese estado. Es así como se contamina la nación, ideologización que avanza cuál metástasis que busca formar activistas qué se especializan en oratoria y debate, los que se convierten en políticos ideologizados que van tras una quimera. Activistas que sueñan con vivir del estado y al igual que parásitos viven a expensas de otros; mientras una élite reina en el paraíso del igualitarismo, donde todos tienen derechos y nadie obligaciones y en donde los que producen son cada vez menos.
Otra forma subliminal y subterránea de adoctrinamiento se da también en la educación pública, donde hay evidencias que profesores en forma implícita someten a los niños con ideas que a simple vista parecen inofensivas, pero llevan una carga política muy sesgada, lo que solo podemos constatar al evidenciar que el colegio de profesores funciona bajo la batuta del partido comunista.
En la educación pública, se ha perdido el mérito y cada vez son menos las exigencias para alcanzar cualquier logro, es precisamente en esta educación donde maestros ideologizados realizan más proselitismo, que docencia. Las ciencias exactas cada vez tienen menor importancia ni existe la superación académica, esta es la educación pública que día a día reciben miles de niños y adolescentes, es la educación pública que adoctrina bajo el cobijo del MINEDUC.
La izquierda progresista cree vivir en Narnia, en un país imaginario. Y quien mejor representa este mundo mágico lo tenemos con Boric, el presidente, quien con su incontinencia verbal y su nulo manejo en gestión, cuyo legado en gobernanza es la ineficiencia, las volteretas y las falsas promesas, producto de lo cual tiene claro que va a perder el poder.
El país se ha estancado, no hay inversión, no hay crecimiento, no hay trabajo y lo único que crece es la violencia, la gigantesca deuda pública, el costo de la vida, el desempleo; Boric está dejando un país en un estado catastrófico para el próximo gobierno, con opciones de futuro muy oscuras. Pero así son los gobiernos de izquierda.
En vista de este panorama de futuro, los zurdos se preparan para volver a la calle en donde sin duda trataran de “quemarlo todo”. Para esto funciona el mal llamado museo de la memoria y de los derechos humanos, que es la Catedral del Adoctrinamiento ideológico. Preparando una plataforma estratégica de acción, para lo que vendrá y para eso necesitan más sujetos que adoctrinar, todo aquello con el patrocinio de institutos y universidades y con ello adquirir medios de defensa, para fortalecer a los que ocuparán la calle. Otros ejemplos de aquello son el Instituto Milenio de la Universidad Católica y la Universidad Alberto Hurtado que realiza Investigación en Violencia y Democracia. Otro es el Programa Social de la Memoria, en la Universidad de Chile y en la Universidad Diego Portales se realiza el Observatorio de Violencia y Legitimidad Social, entre muchos otros.
Algunos de los temas tratados, son el rescate y primeros auxilios de la primera línea; en cómo deben registrarse las supuestas violaciones a los DD.HH.; las estrategias para denunciar ante la justicia; y como aplicar “Protocolos internacionales para constatar agresiones”. (Usted saque sus propias conclusiones)
Finalmente, y volviendo a la “Escuela de Formación en Prácticas de Acompañamiento y Elaboración de la Violencia de Estado”, importante es constatar que este plantel es parte de la Corporación Educacional del Arzobispado de Santiago (CEAS) formada por una red de colegios de niños y jóvenes en contextos vulnerables (sin comentario).
El Museo de la Memoria, en la difusión de la "Escuela de Formación en Prácticas de Acompañamiento y Elaboración de la Violencia de Estado”, participaron conferencistas chilenos y argentinos. El financiamiento fue del gobierno (Fondecyt), y el patrocinio de la Universidad Mayor. El proyecto total dura cuatro años, y el costo es de cincuenta y siete millones de pesos.
Además LEVI actualmente (en enero de 2025), inauguró otro plantel la "Escuela para víctimas del estallido social".
Todo esto es parte de un objetivo de la izquierda ideológica, que es involucrar a niños y adolescentes en política e incluso a que los mayores de 16 años participen activamente en política. Entonces es en parte para ellos este adoctrinamiento y así tenerlos listos para cuando tengan la opción de votar, argumentando que es “injusto” que queden fuera de la discusión política. (O sea, muchos derechos y ninguna obligación).
Al reflexionar del porqué los sectores que se hacen llamar progresistas, siendo los más radicales e irreflexivos, buscan politizar a niños y adolescentes, en especial cuando los niños no pueden protegerse de este siniestro y descarado adoctrinamiento. Esto es una grave agresión a su independencia intelectual. Es evidente que todos hemos recibido influencias culturales del medio en que crecimos y que hemos sido influenciados por padres, profesores y adultos que conforman el círculo donde nos desarrollamos. Pero otra cosa muy distinta es utilizar a niños y adolescentes con objetivos políticos, lo que se ha convertido en una tónica de la izquierda, quienes a través del adoctrinamiento buscan programar a fanáticos obsesivos como activistas ideologizados. Tal como lo vimos en el 2019, donde fuimos testigos de dibujos donde niños pintaban escenas promoviendo la muerte del presidente Piñera, todo orquestado por el diputado comunista Hugo Gutiérrez; o como educadoras de jardines infantiles públicos enseñaban a párvulos a cantar en favor del mamarracho o en contra de las AFP, y como actividad cantaban y saltaban al son de “el que no salta es paco”.
Estos hechos son parte de un principio “pavliano”, con el que buscan implantar el germen de la politización qué comienza en niños y avanza hasta tener una edad adulta. Estamos viendo como esa contaminación comienza brotar por doquier, incluso presenciamos como en políticos liberales, sus convicciones hacen agua, tambalean sus valores, su ética, y aceptan principios ideológicos que en el pasado habrían sido intolerables. Somos testigos de una verdadera reprogramación ideológica (ejemplos hay de sobra en el congreso).
Esta contaminación es como una epidemia, un tumor que se enquista en nuestro raciocinio al ser expuestos a la mentira, al engaño, la desinformación y, desde luego, al adoctrinamiento cuya repetición y persistencia se hacen fundamentales para que este "reseteo" logre su objetivo, que es lo que estamos presenciando. Es el objetivo de la izquierda ideológica: terminar con nuestra cultura cristiano occidental y lo han dicho claramente, expresando que Chile será su tumba.
Estos son los brotes visibles de una enredadera maligna, todas acciones de adoctrinamiento planificado y audazmente ejecutado, hace ya varios años. Es la metástasis que va contaminando el cuerpo social. Por eso debemos estar atentos y denunciar estos ataques a nuestra libertad e individualidad. Solo estando alertas y luchando por la libertad de pensamiento, lograremos zafarnos de esta pandemia que busca transformarnos en marionetas ideológicas.
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