Por Remigio Pardo


Llama la atención el desdén con que el gobierno y los políticos en general, no asumen la importancia del maltrato a los militares y carabineros; especialmente a los que están presos por causas que se remontan al periodo del gobierno militar, personas que en su mayoría eran oficiales subalternos, suboficiales, clases y soldados conscriptos (los que no tenían el mando para tomar decisiones).

Actualmente y después de cincuenta años, estos presos políticos son más de quinientos. Muchos, ancianos por sobre los 80 años y de ellos un importante número con enfermedades terminales o dolencias propias de la vejez, y lo que es aún más indignante es que muchos de ellos han sido condenados sin pruebas válidas y desconociendo las leyes que los respaldaban, leyes que aún están vigentes. Son víctimas, individuos a los que se les ha negado todo tipo de derechos, sufren los grilletes de la venganza, tratados como esclavos, confinados en las mazmorras de la indolencia; quienes para este gobierno ideologizado, tienen menos derechos que el más indigno de los animales, incluso para los tribunales de justicia al no tener derechos, no aplica el perdón, lo que es inentendible, ya que muchos fueron condenados a través de procesos judiciales truchos en donde era habitual la falta al debido proceso, y se les condenó por el solo hecho de haber sido militares, por cumplir órdenes. Estos desventurados en su mayoría son del Ejército, algunos de la Armada y otros Carabineros, en muchos casos pasarán los últimos días de sus vidas en la cárcel simplemente por estar en las fuerzas armadas durante la época del 73.

Cual vendetta, la frase "Ni perdón ni olvido" se gestó en la siniestra mente de los comunistas. De aquello han pasado alrededor 35 años, justamente la época en que se comienza a desmontar y desmantelar el exitoso andamiaje económico y sociopolítico con que se encontraba el país. Comienza así un declive permanente y sostenido, hasta que se precipita en la primera década del año 2000 con la llegada al poder la mujer de las muchas caras, esa verdadera matrioshka, la comandante Claudia, la extremista, la vengadora, la ideologizada, la populista, la política; es Bachelet, quien según propia confesión fue muy feliz viviendo en la Alemania comunista tras el Muro de Berlín. Con ella comienza la descomposición, fue cuando se planificó el "bajar de los patines a los más adelantados" para lo cual se usó una verdadera retroexcavadora para demoler la educación, el sistema político, el sistema tributario, ella incorpora a los comunistas a su gobierno, y en las FFAA aplica "la teoría Pickering" dando comienzo a la reestructuración en seguridad y defensa, todo bajo el prisma de sus paradigmas. Siguiendo esta línea de tiempo llega al gobierno Piñera, una persona de una derecha “dialogante o entreguista” formado bajo el alero de la revolución en libertad y cuya ambigüedad ideológica nunca quiso agraviar a la izquierda, llevándolo a convertirse en perseguidor implacable de ex uniformados y encarcelar a centenares de ellos e incluso tildó a sus propios partidarios de "cómplices pasivos" por el solo hecho de reconocer los logros del gobierno militar, si es así con mucho orgullo me declaro un cómplice pasivo.

El nacimiento de la consigna comunista, “ni perdón ni olvido”, manifiesta clarísimo que no hay perdón y en donde los Tribunales de Justicia, integrados por verdaderas cofradías de izquierda, han condenado a cientos de militares; para ellos no existe benevolencia, como para el resto de la población penal.

En cuanto al olvido, para la izquierda lo ocurrido antes del 73 se pierde en una bruma amnésica. Eso sí que está olvidado. Para la izquierda la vida comienza a partir de septiembre del 1973 y se hace lo inimaginable por esconder lo anterior, se trastoca el pasado, se reescribe la historia. Solo aceptan la historia a partir de lo que ellos argumentan, lo que lleva años de distorsionados relatos solo contados por ellos. Recordar símbolos patrios como el caso de nuestro héroe patrio el general Baquedano, o el "Soldado Desconocido" es mejor dejarlos en una nebulosa, no vaya a ser que se enaltezcan victorias militares, qué aquellas figura heroicas de nuestro pasado glorioso, levanten pensamientos libertarios.

Políticas y gestos tan totalitarios como este solo hacen potenciar una añoranza de tiempos mejores, cuando Chile iba en pos de la grandeza. No alcanzan a darse cuenta de que la frase del PC... "Ni perdón ni olvido" deja de manifiesto la perversidad que tratan de ocultar tras esa ideología fascistoide, frase que devela su malignidad. Por eso no hay perdón, ya que el perdón es cosa de cristianos y ellos no lo son. La izquierda funa, censura o elimina. Es lo que hacen con quienes piensan distinto, lo hacen con la cultura, con la historia con los símbolos. A la izquierda le disgusta o desagrada por ejemplo, el símbolo del General Baquedano (entre muchos otros símbolos vedados) tal como les molesta una plaza con el nombre del mismo héroe, pero no ven problemas en las dictaduras de Maduro, Cuba y Nicaragua, un absurdo sin sentido. La izquierda extrema tiene un objetivo y avanzan tras él; de ellos no vendrá nunca el perdón ni el olvido, ya que los planes de esa izquierda siguen vigentes, el socialismo no ha renunciado a la vía violenta (recuerde como aplaudían en la pasada "revuelta delincuencial"), es lo que añoran... avasallan para lograr como sea su modelo totalitario, donde solo ellos tengan el poder (en nuestro vecindario tenemos un par de ejemplos). A propósito del "estallido delincuencial", allí tenemos casos de Carabineros, que fueron a la cárcel por falsos testimonios y que la izquierda, en sintonía con el PC, más Boric y compañía aplaudieron con fervor y homenajearon a la violencia desatada, todo con la caja de resonancia de la prensa, televisión y medios de comunicación social adictos.

Ahora, del actual gobierno, como no mencionar su línea rupturista que comienza con el apoyo al mamarracho, continúa con las fundaciones y prosigue como agencia de empleos para sus adeptos aumentando el tamaño del estado a niveles gigantescos, pero con pésimos resultados en gestión, sin crecimiento económico y dejando las arcas fiscales desfondadas. Pero, aun así se aferran al poder, porque están las prebendas económicas que ese poder les reditúa, donde muchos lucran por ser de izquierda. Son cientos los falsos exonerados, son miles los activistas que se benefician con cargos públicos y las autoridades que actualmente están en el gobierno se han extasiado saboreando el poder.

El futuro es preocupante, sobre todo cuando una de las postulantes a la presidencia dice tener un pensamiento "más bien de izquierda", y en el staff que le acompañan se encuentran exministros que ya demostraron como actúan  y que han tenido un velado encono contra las fuerzas armadas, a las que se les ha maltratado, se les han congelado sus ítems presupuestarios y ahora este 2025 se les han cercenado los fondos, lo que pueden incidir en sus acciones operativas. Justo cuando de se requiere de mayor presencia de ellas por los frecuentes "estados de excepción" o cuando nos pueda asolar una tragedia o catástrofe, tan frecuentes en nuestro país. Es aquí cuando uno se pregunta: ¿los políticos estarán conscientes o se darán cuenta del efecto que causa en las Fuerzas Armadas, esa inquina o mal trato con que son permanentemente vejadas? Uno puede pensar que es el pago de Chile, pero aquello ¿cómo puede afectar, con las expectativas que se tienen de ellas de llegar a ser necesaria su utilización en situaciones complejas y cuál será su involucramiento? No se debe olvidar a quienes se recurre cuando el país sufre situaciones de emergencia o cuando la patria recibe agresiones externas.

Las Fuerzas Armadas y Carabineros desde su no deliberancia observan  y corresponde preguntarse: ¿quién va a dar la cara por este Chile, si es que el Estado no da las garantías del debido proceso o si las RUF no son claras y qué protección legal existe cuando se les ordene actuar? ¿Quién asumirá las responsabilidades por las órdenes que se brinden, ya que no hay nada claro en las reglas del uso de la fuerza, la justicia  no respeta y procesa al personal militar que actúa legítimamente de acuerdo a derecho, lo que lleva a que comencemos a ser testigos del peligro que significa que delincuentes asalten a funcionarios o recintos de fuerzas armadas para obtener sus armas y con ellas cometer sus crímenes?

Ante esta realidad, en la que nos encontramos, es cuando debemos tener nuestros principios y valores muy claros, como para defender nuestra libertad, el orden y a nuestra patria.

Si no, nos pueden esperan años muy oscuros, ya que es en extremo peligroso tensionar las situaciones, los riesgos por hacerlo son muy altos y cuando ello sucede las cosas pueden tener finales inesperados.

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