por Remigio Pardo
Hemos vuelto al pasado... se ha dilapidado lo que con mucho esfuerzo, se logró atesorar en nuestras arcas fiscales.
Actualmente, la situación de Chile tiene niveles de endeudamiento similares a los que teníamos hace más de cincuenta años. Años en que costaba vivir y con mucho esfuerzo llegar a fin de mes. Antiguamente, los almacenes vendían a granel, con paquetes de papel que cuando el presupuesto era malo, se podían comprar pequeñas porciones de azúcar, de té, arroz, legumbres o cualquier producto seco y para el aceite, en una botella expendían directamente del tambor con una bomba manual, eran los emporios de abastos... Se compraba lo justo y necesario para sobrevivir.
La situación económica era difícil, pero esta misma situación llegó a ser insostenible bajo el gobierno socialista de Allende, el que fue un desastre. Se llegó a un enorme déficit fiscal que generó que la inflación subiera sobre el 600%, y que provocó un desabastecimiento de alimentos y productos básicos; es cuando crearon las Juntas de Abastecimiento y Control de Precios (JAP) con el fin de tener el control de entrega de alimentos y productos de primera necesidad. Crisis, que desfondó las reservas del Banco Central.
De aquello ya han pasado 50 años y ahora, se repite la misma historia, aun cuando tuvimos un "Veranito de San Juan" que duró cerca de cuarenta años, que es cuando se corrigieron las políticas económicas y se logró avanzar por un camino de ahorro y bonanza, subiendo todos los índices económicos del país y por ende de toda la población.
A partir de 1975, se hicieron reformas significativas que lograron subir los indicadores económicos y sociales. Como la independencia del Banco Central, se redujeron los aranceles, se mejoró el sistema de pensiones, se privatizaron las industrias y los bancos estatales, se redujeron los impuestos y se abrió la economía al comercio internacional.
Gracias estas reformas en la economía, Chile experimentó un crecimiento sostenido con una tasa de crecimiento promedio del 5,5% anual entre 1980 y 2000. Se redujo la inflación, el desempleo, la pobreza, la mortalidad infantil. Y aumentó la esperanza de vida, hubo mayor alfabetización, creció el ingreso en educación, subieron los índices de Desarrollo Humano (IDH). Estuvimos como país a pasos de salir del subdesarrollo, pero... "como el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra", la izquierda nuevamente nos gobierna y sus políticas nos han conducido nuevamente a la oscuridad. Como para ellos es más fácil destruir el andamiaje que se construyó en cuatro décadas, se desdeñó todo, han preferido la deflación, o sea gastar lo que había y han dilapidado lo atesorado.
El gobierno de Boric ha gastado más de lo que ingresa, han desfondado las arcas fiscales, han gastado el Fondo de Reserva Estratégica, han gastado los Fondos para Emergencias, han dilapidado todo para finalmente no tener recursos, se han gastado todo los ahorros de Chile.
Nuevamente hemos caído al despeñadero, otra vez el país tiene un déficit fiscal gigantesco, hoy día todos somos más pobres, la vida es más cara, todo sube y los recursos cada vez son menos. La ciudadanía pierde las expectativas de desarrollo, de vivienda, de mejor salud, de educación de calidad, de mejor previsión.
Cada día cuesta más vivir y eso se nota...Los alimentos y productos de primera necesidad suben día a día, hemos retrocedido en pocos años a la década del 50.
La astronómica deuda pública es la herencia de este gobierno, es la pesada mochila que tendremos que cargar, nos esperan años duros.
El próximo gobierno que el pueblo elija, tendrá que tener los pantalones muy bien puestos y muy claras las medidas de reactivación para salir de este pantano, solo así logrará retornar en la senda del crecimiento y desarrollo, teniendo en cuenta que quienes hoy nos gobiernan estarán en la calle y serán una oposición hostil y antidemocrática.
Es inimaginable como nos deja éste gobierno empobrecedor (...cuánta razón tiene Caputo).
.