2 diciembre, 2023
José Carlos Meza
Si el A Favor gana, vamos a tener una agenda legislativa para proyectos de ley que se van a hacer cargo de las urgencias sociales, en vez de discutir el feriado regional de turno o el día del amigo.
La sorpresa fue generalizada. En su participación en el X Encuentro Nacional del Comercio, el Presidente Gabriel Boric hizo una confesión: se arrepentía, dijo de manera solapada, de la forma en que él mismo había actuado cuando era diputado.
Consciente del crítico momento por el que pasa nuestro país en términos de seguridad pública, el Mandatario abordó esta urgencia, planteó que aquella “es la preocupación central” de los chilenos y que “lo peor que podría pasar es que desde el sistema político perdamos tiempo enfrentándonos para sacar réditos de largo plazo. En esto, la lógica gobierno-oposición no es necesariamente útil para poder enfrentar el problema”, sostuvo.
Y luego reflexionó: “Yo sé que desde la oposición deben estar pensando: ‘Es muy fácil decirlo ahora que eres gobierno, pero cuando eras oposición nos sacaste la cresta’”. “Hay algo de cierto en eso”, reconoció, con una risita que más parece la de un joven confesando una travesura que la actitud que debería asumir un hombre adulto que -ni más ni menos- es quien dirige el país.
Más allá de las formas, hay en sus palabras algo en lo que el Presidente tiene razón: lo primero que muchos pensamos al oírlo es que lo suyo es de un descaro extremo. No se trató solo de “sacarle la cresta” al gobierno anterior; lo que Boric y compañía hicieron en la administración pasada fue socavar las bases de la institucionalidad, intentaron boicotear a un gobierno elegido democráticamente y fueron irresponsables y mezquinos en su actuar, porque con sus acciones y omisiones le causaron un profundo daño a Chile.
Por otro lado, me perdonará el Presidente y sus seguidores, pero yo no le puedo creer que, ahora, su preocupación es la seguridad pública. ¿Sabe por qué? Porque la forma en que han dirigido el país, la (poca) celeridad con que han tramitado muchos de los proyectos que les entregan más herramientas a las policías o condenan con más fuerza los delitos y la falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos -como el fast track acordado con los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado a comienzos de año- dan cuenta que el combate a la delincuencia no ha sido prioritario y, en cambio, sigue avanzando y aterrando a las familias chilenas.
Uno debe ser capaz de demostrar con acciones lo que dice y sostiene. Para nosotros, la seguridad es, fue y será una de las principales urgencias a atender y con esa tarea enfrentamos el desafío de redactar una propuesta constitucional en estos últimos meses.
En el Consejo Constitucional, enfrentar con firmeza la delincuencia fue una máxima y es por esto que impulsamos la creación de una policía fronteriza, la constitucionalización de la protección de nuestros carabineros, la expulsión de los inmigrantes irregulares en el menor tiempo posible, el derecho fundamental a vivir en un entorno seguro, y muchísimas otras medidas.
El arrepentimiento del Presidente u otros debe tener un correlato en la realidad. Pero estoy seguro que, en el caso de Boric, no lo veremos. Porque una acción decidida en contra de la delincuencia sería aprobar la propuesta de texto que se vota el 17 diciembre, pues esta obligará a toda la clase política a fijar una agenda enfocada en implementar los nuevos organismos y derechos que se crean. Es decir, si el A Favor gana, vamos a tener una agenda legislativa para proyectos de ley que se van a hacer cargo de las urgencias sociales, en vez de discutir el feriado regional de turno o el día del amigo.
Si el 17-D gana la aprobación del texto, vamos a tener un Congreso y un Presidente enfocados en los verdaderos problemas de los chilenos, vamos a legislar de seguridad… ¡y que se jodan los delincuentes y los que hablan y prometen sin cumplir!
Fuente: https://ellibero.cl/tribuna/que-se-jodan-los-delincuentes/
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