BLOG-DE-MAXIMO

21 de agosto de 2020


 

Se podrá acabar el mundo, pero el plebiscito va de todas maneras. Llueva o truene. Con terremoto o diluvio universal. Con Coronavirus o sin él. Con incendios en las calles o con lo que venga. No se podrá trabajar ni salir a la calle a tomar un helado, pero plebiscito tendremos, incluso votarán los mayores de 75 años que hoy están guardados, y los mayores de 90 en silla ruedas y tubo de oxigeno votarán ¿Habrá rebrote viral? ¡Qué más da!; ya habrá a quien culpar del hecho, o ya tendrán los compañeros de los matinales motivos para cambiar el tema de moda. Todos participaremos en la fiesta de la democracia. Recordemos la amenaza del pelado Atria, la constitución se cambiará “por las buenas o por las malas”. Y ya estamos en las malas.

La fiesta de la democracia es la fiesta de los políticos, esos pelafustanes que viven del presupuesto nacional, que suben impuestos, que legislan para el compadrazgo y sueñan con estar “donde haiga”. Los pelafustanes quieren una constitución que le quite poder a la gente para entregárselo a ellos. Hoy pueden robar lo que pueden, mañana será lo que quieran.

Ya proponen votos por correo de última hora. Otros pretenden votos por internet, a lo Chávez. En Temuicuiciui votará por señales de humo. Da igual, todo vale. Solo importa que votemos y que gane el que debe ganar, el “apruebo” ¿Qué pasa si gana el “rechazo? Pues bien simple, se votará nuevamente, y las veces que sea necesario, hasta que gane la oposición que nos traiga “paz social”. Si lo hicieron en Colombia a propósito del blanqueo de las Farc, y lo intentaron en el Reino Unido para deshacerse del Brexit, ¿qué no podría suceder en Barbarilanda?

Me gustaría saber quién estará dispuesto a ser vocal de mesa en plena epidemia. Je…je…je… Y apoderado de mesa. Y vendedor de helados a la salida del recinto de votación. Yo ni cagando. Si me citan no iré, de hecho no sé si iré a votar a todo evento. Lo estoy pensando, y el día antes tomaré la decisión.

Los pelafustanes reclaman, y con razón, por la aglomeración de la horda en el mall chino. No permiten abrir el boliche a pequeños comerciantes. No tenemos futbol a pesar de asistencia de mil o dos mil personas en un estadio con capacidad para diez o veinte mil personas ¡Pero tendremos plebiscito!

Ese día levántense temprano, lávense los dientes, córtense el pelo, la noche anterior se depilan como si fuera para la ginecólogo, sonrían para la cámara por si aparece el buitre de algún matinal, y agradezcan a Dios padre todopoderoso que hace 30 años recobramos la democracia, para esto. ¡Aleluya hermanos!  

Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/

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