Por Raúl Pizarro Rivera
Jaime Mañalich, Enrique Paris, Paula Daza, Sebastián Ugarte, José Miguel Bernucci y Carolina Herrera son algunos de los médicos que adquirieron notoriedad en la dura y bien afrontada lucha que le dio el país a la pandemia universal del COVID. Se les recuerda por su aporte y, en particular, al primero de ellos por su previsor anticipo a los hechos y por planificar un ejemplar y rápido enfrentamiento a la mortal enfermedad. Simultáneamente, también tuvo un peculiar y odioso rol la ex JJ.CC. y entonces presidenta del COLMED, Izkia Siches. Su campaña de descrédito, y hasta de insultos, en contra de los encargados oficiales de contener el coronavirus, le valió más tarde ser la vocera de la candidatura de Gabriel Boric y constituirse en su primera ministra del Interior, desde donde fue prematuramente sacada por inepta.
De todos ellos, sólo Paula Daza ha retornado a un primer plano, y político, al asumir como vocera, y única, de Evelyn Matthei, ello tras una martirizante rotativa de poco útiles portavoces.
Daza, que se reconoce “liberal” y, pese a haber sido su subsecretaría de Salud, rechaza que la definan de “piñerista”: en la segunda vuelta de la Presidencial de diciembre de 2021 trabajó activamente para José Antonio Kast.
En su primera aparición pública en su nuevo papel, reconoció que la candidata “sabe de comentarios” en su contra al interior de su propio comando. Ello no podría considerarse una novedad, ya que públicamente una senadora y un ex presidente de RN dejaron en evidencia que hubiesen preferido “al otro” candidato, el que tenía todo previsto para serlo antes de su inesperada muerte.
Se trata de los mismos que hoy invitan a su lado a quienes están renunciando a la DC por haber decidido apoyar a la comunista Jara. Daza, además de aclarar que la candidata “aclara los errores en que cae” (¡¡!!), adelantó que Matthei “no se meterá en peleas chicas”, y ello horas antes de que anunciara querellas contra medio mundo republicano.
La doctora/vocera dijo que de aquí en adelante, la campaña se basará exclusivamente en “propuestas de Gobierno”. Con esa finalidad, contó que profesionales de Amarillos ya están incorporados a las comisiones de trabajo que elaboran el “programa de Gobierno. De paso, comentó que considera “cuestión de tiempo” el arribo de Demócratas. Coincidente con esta definitiva desvinculación de su origen por parte de Chile Vamos, consejeros regionales republicanos y UDI prescindieron de los de RN en su demanda de destitución del GORE metropolitano presentada ante el TRICEL. Pura lógica: los ‘renovadores’ no pueden estar en contra del alma de sus nuevos socios de coalición. Claudio Orrego es un DC de cuna.
En cuanto a que Matthei se concentrará sólo en “propuestas de su futuro Gobierno”, la realidad actual y la que hallará el futuro Presidente, no garantizan que las políticas públicas sectoriales serán debida y rápidamente accionadas, atendido el clamor y urgencia de la ciudadanía por recuperar la paz social.
Esta, hoy, masiva y mayoritariamente pide seguridad, el exterminio de la delincuencia, la expulsión de los inmigrantes ilegales y una eficaz atención de salud en FONASA. Hasta los agudos aprietos económicos de la gente no aparecen entre sus prioridades.
Si bien todo Gobierno tiene la obligación de atender la totalidad de las áreas sociales, la paupérrima realidad del país demuestra que la primera y más urgente acción del próximo Ejecutivo tendrá que ser el exterminio de la delincuencia mediante todos los recursos humanos que establece para ello la Constitución, como, así también, la expulsión de todos los inmigrantes ilegales, incluyendo los que se hallan encarcelados, y la anulación de la oleada de violencia política interna que se vendrá.
Todo ello es refrendado por una encuesta, en alza permanente, que demuestra que un 40% de chilenos está dispuesto a “sacrificar cuotas de libertad” a cambio de que se les garantice su seguridad y paz en sus vidas.
Para que el nuevo Estado -honesto y competente- opere con normalidad en su totalidad, deberá previamente abocarse a un período de “limpieza” de la ilegalidad imperante y hacer frente a la revuelta interna que, con poco sigilo, ya están preparando los estudiantes extremistas. El ex director del SII reveló que en la ruta 5 Sur se sorprendió a un chofer de carga eludiendo la fiscalización de parte del servicio “porque su camión iba cargado de armas”…
Una destacada autoridad económica de la Universidad de Chile pronosticó que “sin la izquierda en el poder, lógicamente volverá la inversión y, con ello, las fuentes de empleos”. Pero ¿quién querrá poner sus capitales en Chile si continúa intacta la inestabilidad, la violencia callejera extremista, el desmadre de la ilegalidad migratoria y con el marxismo oponiéndose a todo en el Congreso?
Antes de que surjan en abundancia las propuestas de programas de los candidatos, la población debe estar consciente de que la primera y más potente política pública que entrará en juego será la “pacificación” del país, y el costo de ello será un período de excepcionalidad que haga posible la limpieza de toda maleza y basura humana que tiene dominada al resto de la sociedad.
Aún hay tiempo de que se reagrupen quienes piensan igual, y ello lo refrenda la disminución de un 45% a un 8% del porcentaje de “indecisos”. Definitivo y claro: los chilenos quieren mano dura, pero para poder lograrlo es de vida o muerte materializar el único medio de hacerlo posible: la mayoría absoluta en el Congreso. Si ello no ocurre, centristas, medias tintas y quienes se dejen engatusar por quienes traicionaron su ideología fundacional, deberán asumir su responsabilidad ante la historia por farrearse la gran oportunidad de apartar de nuestras vidas, y por un buen tiempo, a la tenebrosa izquierda, todo un ícono de sometimiento a parte de la humanidad.
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