20 de mayo de 2020 

 

 

 

 

Tomas Bradanovic


 

Memelandia para bobos
Que cosa más extraordinaria. ayer coloqué un tweet con la foto que muestro en esta entrada que decía "jaja que divertido eso de #GuatonesConHambre" y recibí una respuesta enfurecida de un montón de gente de izquierda. Habitualmente coloco ataques largos, virulentos y muy razonados contra la izquierda, tanto que hasta yo mismo llego a pensar si tal vez se me pasó la mano. Y nadie dice ni pío, sin embargo basta que coloque un mono con esa pequeña leyenda y les duele mucho más que la peor sarta de insultos.

Para poner la cosa en contexto (para los que no están en Chile) ayer, un par de días después de establecerse la cuarentena total en casi todo Santiago -son como 7 millones de habitantes- volvió a aparecer la violencia callejera y los saqueos con el pretexto que "por culpa de la cuarentena la gente se está muriendo de hambre". Obvio que en dos días nadie se va a morir de hambre, lo divertido es que entre los que protestaban fotografiaron a un montón de obesos mórbidos. Así empezó a surgir el chiste primero y luego el hashtag #GuatonesConHambre, que por cierto, a estas alturas ya es trending topic.para desesperación de los políticos de izquierda.

Hace algún tiempo, alguien que sabe de Internet me dijo "mira, ya que eres ingenioso, en lugar de publicar huevadas (sic) en el blog, dedícate a hacer memes en Facebook y Twitter, con eso la rompes". Tenía razón el hombre porque la cadena de razonamientos más simple está fuera del alcance de estos primates que conforman la mayoría de la audiencia, sin embargo un monito con "sarcasmo" les afecta de manera devastadora, es impresionante.

Por supuesto que no quiero hacerme famoso y menos entre los primates. Espero que sea primera y última vez que envío un "meme" -aunque nunca hay que escupir para el cielo- pero las reacciones -tanto de apoyo como de rechazo- a un tweet de contenido tan irrelevante, me muestran como ha involucionado la discusión política en Chile. Claro que hay gente que lee, piensa y con la que podemos mantener una conversación interesante, como ocurre con los regulares de este Club del Ocio (cof, cof), pero somos los menos, incluso los que tienen la cabeza mejor amoblada se acostumbraron al sarcasmo superficial. la mayoría de la gente se hizo adicta al chiste fome, el sarcasmo grosero y la bofetada del payaso, antes de cualquier argumento más o menos bien encadenado.

La cosa es que si me ven mandando memes como loco, es porque cambié de opinión y me quiero hacer famoso entre los macacos. O porque se me quemó la última neurona que me va quedando y quedé tan bruto como la mayoría, así es que pensar estaría fuera de mis capacidades, esa es la otra posibilidad.

¿Canastas o bonos?
El gobierno intelectualmente mediocre que tenemos está reaccionando de la manera peor ante el problema económico que se nos viene encima. Primero decretando los confinamientos y paralización productiva en masa, en los momentos que más vamos a necesitar estar produciendo riqueza, débiles, se dejaron llevar por la corriente y muy pronto tendremos un millón de cesantes en el país con muy pocas probabilidades de volver a trabajar en el mediano plazo.

Los únicos que están quedando en pie son los que no producen nada y viven de los impuestos que pagan los que si producen: políticos, altos funcionarios, empleados públicos y su clientela (como son los casi 200 mil falsos exonerados que reciben mensualmente una buena pensión junto a muchos otros beneficios por "reparación" a supuestos daños causados hace más de 40 años). Algunos son indispensables, como lo que trabajan en los hospitales y consultorios, los que recogen la basura, la policía que trata de contener el crimen y las FFAA que disuaden el apetito de otros países de darnos un manotazo. Esos deben ser un 30% del total, con suerte, el resto, todos parásitos, sanguijuelas que se alimentan de la sangre de todos.

Todos aplauden al ministro de hacienda, un perkins del presidente, cuando anuncia que van a dar créditos blandos a las pequeñas empresas para que no quiebren, idiotas, una empresa en problemas lo peor que puede hacer es pedir un crédito, si se lo dan es plata botada porque el real problema es que no producen o no venden, pasarle plata a alguien así es lo más estúpido que pueden hacer.

Ahora están discutiendo si a los cesantes les darán paquetes de comida (como dice el gobierno) o bonos en dinero (como dice la izquierda). Nada de eso -giles- lo que hay que darle a los cesantes es un trabajo, aunque sea mínimamente productivo. En 1974 Chile estaba económicamente en ruinas, el Gobierno Militar implementó el Programa de Empleo Mínimo, donde los cesantes trabajaba a medio tiempo y recibían un tercio del salario mínimo, más una cuantas ayudas para mantenerse a flote. ¿En qué trabajaban? Leo en Wikipedia

Fue un plan combatido con saña, por ser un sub empleo, pero era mucho más digno que recibir bonos o paquetes de comida. La gente aprendía a hacer algo a cambio de su trabajo o se acostumbraban a levantarse a cierta hora, de allí salieron muchas micro empresas y unas pocas se sostuvieron en el tiempo, a todos los que participaron les sirvió.

¿Por qué no hacer de nuevo un programa de trabajos públicos con un salario "peor es nada"? Yo no veo otra alternativa viable, los paquetes de comida y los bonos solo van a generar descontento y protestas, va a ser un criadero de sanguijuelas profesionales, como son hoy los falsos exonerados. La gente no debe dejar de trabajar porque hasta el trabajo más absurdo siempre genera algo.

Lo peor es que con la mediocridad intelectual del actual gobierno vamos derecho a una solución a la venezolana: regalar comida y bonos, luego inevitablemente el Central echará a andar la impresora de billetes, se romperá la igualdad entre dinero y bienes y comenzará la escasez, mercado negro, desabastecimiento y lo más nefasto de todo, un monstruo del que nos habíamos olvidado por décadas: la inflación.

Y los jubilados que hoy se quejan que no les alcanza para comprarse sus remedios, con inflación no les va a alcanzar ni para almorzar, los que han ahorrado durante toda su vida verán que fue una pésima decisión, porque estarán igual de pobres que un vago como yo, que jamás ahorré un centavo. Y los que no tengan casa propia... que Dios se apiade de su alma, esos si que las van a ver negras.

Lo asombroso es que nuestro presidente, que tiene un diploma de PhD en Economía de la Universidad de Harvard, no es capaz de darse cuenta de algo que hasta el más bruto puede pronosticar ¿Cómo alguien tan mediocre en lo intelectual consiguió esas calificaciones académicas? Solo hay dos opciones, o se las regalaron o el hermano le pasaba los exámenes hechos. Yo voy por la segunda.

 

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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