27 de diciembre de 2019

 

 

 

 

Tomas Bradanovic


 


El Estado de Derecho es un concepto inspirado en la Carta Magna de 1215, donde -en principio y de manera bien modesta- el rey Juan Sin Tierra de Inglaterra, desprestigiado por su desastroso gobierno cedió algunas de sus facultades ante los nobles que se habían alzado en su contra. En todo caso no era nada muy nuevo, desde tiempos remotos los nobles se alzaban de tiempo en tiempo para limitar el poder de sus reyes. En Roma incluso los asesinaban, pero volvamos a la Carta Magna:

"El documento prometía la protección de los derechos eclesiásticos, la protección de los barones ante la detención ilegal, el acceso a justicia inmediata y limitaciones de tarifas feudales a favor de la Corona. El acuerdo sería implementado por un concilio de veinticinco barones. Ninguno de los bandos cumplió con sus compromisos y la carta fue anulada por el papa Inocencio III, lo que provocó la primera guerra de los Barones"

Esa es la verdadera historia de la Carta Magna, el rey venía derrotado y cubierto de impopularidad (además de "sin tierra" le decían "espada suave" entre varios epítetos burlescos) no era querido ni respetado por nadie y tuvo que ceder ante un grupo de nobles sublevados porque no le quedaba otra opción.

Los reyes que sucedieron a Sin Tierra, volvieron a reflotar la Carta para conseguir apoyo de la nobleza, siempre condicionándola al pago de más impuestos, la Carta "era renovada habitualmente por el monarca de turno, aunque con el paso del tiempo el nuevo Parlamento inglés aprobó nuevas leyes que hicieron que la carta perdiera parte de su significado práctico"

Con los años esta Carta se convirtió en mito, usado para combatir el absolutismo, el derecho divino de sus reales majestades de hacer lo que se les de la real gana, sin rendir cuentas a nadie ni estar sujetos a ningún freno. Hay que notar que el absolutismo o dictadura, es la forma de gobierno más estable que ha existido en la historia, pero así y todo ha estado sujeta a los ciclos de auge, envejecimiento y caída, igual que todos los demás sistemas políticos.

El significado de la Carta Magna fue cambiando con el tiempo, de ser una rebelión contra un rey débil y abusivo, pasó a ser un símbolo de la necesidad de poner límites al poder real. Esta era una idea que se abría paso en épocas de reyes abusadores y quedaba olvidada cuando los reyes eran queridos, pero finalmente empezó a tomar fuerza eso de que los reyes debían estar sujetos a las leyes tal como todas las demás personas.

Un estado de derecho no tiene nada que ver con la democracia representativa, aunque las democracias son un subconjunto del primero, cualquier dictadura puede ser estado de derecho siempre que cumpla con la condición esencial, que es la igualdad ante la ley. Esto no implica que todos tengan derechos iguales ni mucho menos: la dictadura de Corea del Norte o China pueden ser estados de derecho, si todos -en especial las autoridades- obedecen su ley vigente. Mientras que Chile por ejemplo -con todos sus formalismos democráticos- deja de ser un estado de derecho en el momento en que las autoridades se saltan sobre la ley.

El concepto moderno de estado de derecho (reichsstaat) es de origen alemán y normalmente lo atribuyen al "imperativo categórico" de Kant. una idea muy influyente en la social democracia que dice que hay ciertos comportamientos que todos los hombres están obligados a cumplir, en palabras de Paul Formosa  “Toda la política debe rendir homenaje al Derecho (...) el derecho no debe nunca adecuarse a la política pero la política siempre debe ser adecuada al derecho". En otras palabras, la ley manda y todos deben obedecerla, incluso los políticos.

Claro que las leyes -por ejemplo- pueden ser perversas y muchas veces lo son, pero ese es otro cuento que no pareció preocupar mucho a los atildados alemanes. Creo que fue Popper -o tal vez Weber no lo recuerdo- que escribió en alguna parte que la utilidad del estado de derecho era dar "seguridad jurídica", es decir la seguridad que los castigos no iban a depender del capricho de un juez, político o monarca sino que deberían estar siempre sujetos a una ley, supuestamente invariable.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el consenso social demócrata ha venido deformando esta idea de manera sistemática, hasta quitar gran parte del valor al concepto de "estado de derecho",  hoy tenemos un pastiche que ni vale la pena comentar porque ese consenso ya se está derrumbando en todo el mundo y pienso que en un futuro cercano la ONU con toda su corrupción e hipocresía solo será un mal recuerdo.

Volviendo a la idea original, estado de derecho significa algo muy simple: que nadie, desde el rey o máximo gobernante hasta el más insignificante ciudadano, está por sobre la ley vigente, ninguna autoridad es suficiente para permitir que alguien viole la ley sin recibir el correspondiente castigo. El estado de derecho es lo que nos protege, bajo el manto de la ley del abuso de otros.

Mi buen amigo JMS me hace este perspicaz comentario en twitter
Es cierto que cada vez que se produce un abuso se resiente el estado de derecho, y que todos los gobiernos tienden de manera natural a abusar en el ejercicio de su poder, pero es la dosis lo que hace al veneno.

Tomemos el caso de Chile hoy por ejemplo, donde cualquiera puede saquear, destruir o incendiar instalaciones públicas y privadas, pero los fiscales y jueces no los persiguen ni castigan, simplemente porque simpatizan con sus "ideas". En cambio buscan la quinta pata al gato -hasta que la encuentran o la inventan vía supremazo- para perseguir y encarcelar a uniformados que -casualmente- son antipáticos a sus ideas políticas. Si encima de eso los políticos por cobardía o resentimiento apoyan por vía administrativa a estos jueces, tenemos que en el país reina una total arbitrariedad y el abuso es generalizado.

Da lo mismo lo que diga la ley, todo depende de las simpatías o antipatías que sientan las autoridades hacia los imputados, eso determina si son castigados o quedan impunes.

Vivimos entonces en un país con dos leyes, o más bien con dos "interpretaciones" de las mismas leyes, que son totalmente diferentes según les seamos simpáticos o antipáticos a los funcionarios del estado. Entonces cada funcionario, desde el más insignificante fiscal hasta el ministro de la Corte Suprema. el senador o el presidente, quedan investidos -cada uno de ellos- con los mismos poderes de un monarca absoluto.

No tenemos entonces un solo rey omnipotente y abusador, sino cientos, o miles de reyezuelos absolutos, que desde 1990 hasta hoy han venido acumulando poderes arbitrarios sobre la libertad y los bienes de todos nosotros. Ya no estamos sujetos a la ley sino a la simpatía o antipatía de miles de funcionarios con algún poder político, donde hasta el más miserable funcionario nos puede meter presos si así se lo propone, aunque jamás hayamos cometido un delito en nuestra vida. La ley de la selva.

Al principio partieron persiguiendo a los uniformados, pero hoy, bajo este gobierno de políticos oportunistas, cobardes y miserables, existen grupos de gente que pueden actuar con total impunidad incendiando, destruyendo, saqueando y atacando a la policía que nos protege. El estado de derecho se venía deteriorando desde que empezó la democracia en 1990, pero este año llegó a su punto más bajo.

Hoy la ley no protege a nadie, la única protección posible es estar bien con el poder político. Están creando una situación muy peligrosa no solo para nosotros, sino para ellos mismos, porque cuando llegue el día en que pierdan su frágil poder, les tocará llorar lágrimas de sangre y van a suplicar las mismas garantías que negaron durante tantos años.  Es algo que, los que somos medio veteranos, ya hemos visto antes, con nuestros propios ojos.
 
Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/
 
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