24 de diciembre de 2019
BLOG-DE-MAXIMO
Querido Viejito Pascuero, este año fui un buen niño hasta mediados de octubre. Y aunque me esforcé para terminar el año de la misma manera, el deber patriótico me llamó a la puerta y a partir de ahí tuve una pequeña caída, aunque por razones justificadas. Siempre es justificable hacer algo por el prójimo, y yo lo hice por los más pobres y necesitados, colaboré con la destrucción del país que los oprime. Gracias a mi generosa colaboración y a la del resto de mis compañeros, algunas personas no deberán asistir a su agobiante trabajo, porque ya no existe, y por lo tanto tendrán bastante tiempo libre para pensar en el futuro.
Como por méritos no me he quedado, te escribo esta cartita para pedirte algunas cositas que creo merecer. Necesito un nuevo celular para poder conectarme por WhatsApp con unos amigos que hice en Ucrania y Bielorrusia.
Si no es mucho pedir, quisiera agregar dos bidones plásticos de cinco litros, dos docenas de botellas de vidrio, un metro de género de cualquier color, una caja de fósforos, un pasamontañas para utilizar en las frías mañanas de invierno y unas buenas zapatillas especiales para perseguir o arrancar, dependiendo de la circunstancia del momento.
Mi padre insiste en que sería de mayor utilidad un ejemplar del Silabario Hispanoamericano, aunque yo considero que teniendo internet y un buen teléfono no es necesario aprender vocales, consonantes y cosas pasadas de moda. Son cosas de viejos reaccionarios.
No sé si también estará a tu alcance solucionarme unos problemillas que tengo en la Universidad. Y no te preocupes, no es dinero ya que soy beneficiario de la gratuidad. Me han tocado algunos profesores que no entienden a la juventud. Unos viejos rancios que creen saber más que yo. Pretenden que lea demasiados hojas de materia, todas al mismo tiempo y para el lunes en la mañana, por lo que no puedo disponer de mis fines de semana como quisiera ¿Será posible correr todas las pruebas para los jueves después de las doce y media? Salvo que la prueba se suspenda o estemos en paro, toma u otra modalidad de manifestación pacífica, claro.
Ropa no necesito, sería demasiada patudez pedir más poleras y pantalones. Tanta gente que no tiene que ponerse y a mí me sobran prendas, siento culpa, eso al menos es lo que aprendí a pensar en el San Ignacio con el padre Montes. En octubre pude recolectar unas cuantas docenas, de las cuales me dejé solo una y las otras las liquidé en el Paseo Ahumada. Todo fue legal. Y por si tienes alguna duda, prueba de ello es que los carabineros pasaban por delante de mi local comercial que tomé prestado en la vereda y no me decían nada. Y como el que calla otorga, pues todo bien.
Como puedes ver Viejito Pascuero, me gano unos pesitos de manera honrada, en una especie de trabajo de verano. Ya no envuelvo regalos en Falabella disfrazado de Boy Scout por un par de pesos, ahora vendo la ropa directamente con etiqueta de la tienda y todo, para comprobar que no es falsificada. Digamos que intento ser un emprendedor. Espero liquidar todo el inventario antes de pascua y así poder tomar mis merecidas vacaciones, en marzo próximo me abastezco nuevamente de mercadería.
Bueno Viejito Pascuero, espero que no sea mucho pedir, creo que me lo merezco, y si en algo he fallado será por mi extrema juventud e inexperiencia. Mi padre asegura que no es falta de experiencia sino exceso de estupidez, aunque yo no le hago caso. Ya sabe, estos viejos reaccionarios no entienden nada. No como usted Viejito Pascuero, que seguramente me entiende y podrá satisfacer mis derechos.
Feliz Navidad y aquí lo espero.
Igual gracias.
Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/
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