Remigio De Mileto
Intercambiar información es propio de los hombres, pero cuando se nos entrega información engañosa esta es la desinformación y se define como el contenido falso de una información. Dicho en forma simple es un engaño difundido con la intención específica de engañar o manipular.
Ahora, debemos tener en cuenta que la diferencia de puntos de vista, la inexactitud de los hechos, las diferentes apreciaciones de los eventos o la importancia relativa de las cosas, hacen que toda, o casi toda, la información entrega un porcentaje de verdad y otro por minúsculo que sea, de falsedad. Por eso es importante para informarse debidamente, tener información veraz, oportuna y verificable, ya que con esa información que se nos entrega construimos la realidad.
Pero, no siempre está información está a disposición, ya que "junto" a la información veraz se encuentra una información distorsionada, una información elaborada con oscuros e ideológizados propósitos, y es así como nos vemos envueltos en un nueva verdad, en donde el engaño se va generalizando, se va expandiendo y se va convirtiendo en post-verdad. Y así es como este engaño inicial se transforma en la verdad absoluta. (Metamorfosis informativa). Es de esta manera como, por ejemplo, se ha ido implantado en la mente de la ciudadanía la asociación "Carabineros = Violencia"... cuyo resultado es el retraer, anular y disuadir.... el accionar de las policías ante sus funciones de "orden y seguridad".
Como vemos, la desinformación es un instrumento poderoso para la confrontación ideológica. Y estamos invadidos con mucha información engañosa cuyo fin es bastante oscuro.
Fuimos testigos de este accionar, con motivo de las revueltas socio - delincuenciales ocurridas en octubre pasado, entre otras, cuando un individuo declaró haber sido apresado, torturado y violado en un recinto policial al interior de la Estación Baquedano del metro, y que con las investigaciones judiciales posteriores fueron desbaratados todos y cada uno de los argumentos acusatorios. Desinformación que tuvo gran impacto ciudadano y que fue replicada por las redes y los medios masivos de información. Desinformación que fue persistente y masivamente repetida, que incluso sirvió para ser objeto de críticas y acusaciones de cuántos organismos de DDHH conocemos. ¡Obvio, es parte del proceso!
El objetivo de la desinformación es trastocar o cambiar la realidad, ya sea enmascarando los hechos, o reinterpretando un evento o la historia, aportando muchos otros artilugios creativos y comunicacionales, con el fin último de cambiar nuestro conocimiento, nuestro modo de pensar y de esta forma se construye la post-verdad.
Finalmente, el objetivo de este proceso es cambiar nuestra manera de pensar, alterar nuestros principios, trastocar nuestros valores, reinterpretar tanto nuestros deberes como obligaciones, transformar el lenguaje, tergiversar las instituciones, relativizar el bien y el mal, incluso trastocar hasta nuestros más íntimos sentimientos.
En algunos emisores, el embuste (o el engaño) siempre está presente como instrumento de manipulación que complementa sus argumentos, y esto se ve frecuentemente hoy día, en que con la ayuda de la tecnología de los medios, se difunde información masivamente y parte de esa información es engañosa o falsa y ésta información maliciosa es el proceso silencioso y subrepticio de manipulación subliminal ideológica.
Con las tecnologías actuales en que la información transita por las redes y ellas son generadas por múltiples emisores y donde cada individuo se ha convertido en un medio de comunicación en sí mismo, el que comparte lo que quiere y difunde aquello que quiere, con lo que influencia y/o manipula a quienes llega con ese mensaje.
Por ejemplo, un individuo puede decidir de manera consciente difundir algo, usando como base cualquier hecho o evento, con lo que le da forma a una argumentación de apariencia real, ya sea relatando parcialmente un hecho o evento, o emitiendo segmentada o parcialmente una información verdadera, y así reafirmar sus propias opiniones o cambiar la realidad usando imágenes que dan una aparente realidad al texto argumentativo, provocando determinadas emociones y en consecuencia con ese material de base, difundir y crear una nueva realidad.
La desinformación ha trastocado la verdad por décadas. En la actualidad se usa como instrumento ideológico, por grupos de presión cuyos objetivos son desestabilizar procesos políticos y de esta forma profundizar las fisuras sociales con lo cual logran precipitar los enfrentamientos con la autoridad para finalmente subvertir la democracia. (... ¿le parece conocido?)
La diferencia entre el pasado y el presente, es que hoy existen potentes medios de comunicación masivos, mucho más efectivos que aquellos medios sólo impresos en uso en décadas pasadas. Los medios de comunicación en la actualidad tienen llegada y contacto inmediato, ya sean radiales como audiovisuales, los que son transmitidos mediante un amplio espectro electromagnético, allí se encuentran las radioemisoras, la televisión y las redes sociales.
Con las redes sociales de comunicación, aquellos que generan desinformación sólo necesitan una computadora o un celular y una conexión a Internet para llegar a una audiencia potencialmente enorme. Además, en estas redes, logran un necesario anonimato y así cualquiera puede tomar o apropiarse de una identidad sea esta individual, o colectiva, sea un grupo o una institución. La tecnología lo permite, se pueden desplegar múltiples personas con softwares que realizan tareas automatizadas, con esto pueden impulsar complejas campañas de desinformación a gran escala, cómo somos testigos diariamente (fake news y otros). Mensajes desinformativos que son difundidos a través de redes como Facebook, Twitter, whatsapp y Google entre otros.
Ahora entre los medios de comunicación abiertos masivos más importantes se encuentran los periódicos, la radio y la televisión. De entre estos, una breve mirada a este último.
La televisión, por ser un medio masivo de gran penetración es una herramienta sin precedente en este instrumento de influencia denominado "desinformación". Por su carácter audiovisual, es una herramienta de enorme influencia y con gran poder hipnótico.
En este ámbito la desinformación que se realiza con el objetivo de engañar o desinformar puede adoptar muchas formas, vestirse de noticias, historias, hechos, reportajes, series o como anuncios en redes sociales. Incluso se realizan y/o producen grabaciones tendenciosas las que son editadas ad hoc y difundidas tanto en las redes sociales como mediante medios de comunicación institucionalizados (emisoras de radio y televisión)
En la actualidad la revolución digital lo ha cambiado todo, estamos al tanto de todo y por lo tanto se producen innumerables noticias. Noticias que circulan en forma instantánea y más eficazmente gracias a una potente infraestructura técnica que hace uso de nuevas prácticas comunicativas las que se adaptan con mucha flexibilidad a un comportamiento social cambiante. Pero en esa indiscriminada vorágine de información encontramos tanto información veraz y oportuna, cómo información falsa y/o tendenciosa, que es la que genera desinformación.
El principio de esta técnica, consiste en inundar las informaciones esenciales e importantes con gran cantidad de información basura. Esto permite que se logre una apariencia de pluralidad, asunto muy importante en democracia.
Ésta gran entrega de información empantanada de datos irrelevantes, que son entregadas bajo las características y formato de un show, donde se incluyen múltiples temas y eventos, donde el objetivo buscado es saturar la memorización en los telespectadores, ya que una audiencia amnésica es de hecho más fácil para manipular. Y lo de mayor y mejor memorización y retención es lo más impactante, donde lo más crudo es lo que queda. Entonces, la difusión de información bajo esta estrategia del entretenimiento y distracción como es entregada hoy en día, es el formato que se aplica en la actualidad en la difusión de noticias e informativos. Éste es el formato actualizado y principal fuente de la información diaria...es la "desinformación 2.0".
Pero acerquémonos al tema, poco a poco programas bastante conocidos bajo ese formato y que desde hace algunos meses están muy en boga: los "matinales", extensos shows mañaneros, en donde toda información se "faranduliza". Es el formato que hoy vemos en informativos que han sufrido una verdadera metamorfosis hasta este esquema. Somos testigos pasivos, los vemos a diario desde hace aproximadamente una década.
En primer lugar, los noticieros se han ido extendiendo en duración, pero al mismo tiempo entregando cada vez menos información relevante. Por ejemplo, los principales noticieros e informativos, de cualquier país de la Unión Europea tienen alrededor de 30 minutos, en cambio en nuestro país los noticieros tienen de 60 minutos hacia arriba y eso no es porque allá tengan menos información o noticias que en nuestro país (?).
Ahora vamos a los canales de televisión de nuestro país, daremos una breve mirada a Televisión Nacional que es el canal público: el canal de "todos los chilenos".
Y para analizar el fenómeno la desinformación veremos el tratamiento de la información que realiza el departamento de prensa del medio televisivo de mayor llegada en el país, y de sus respectivos informativos a través de nuestro territorio. Sin precedente por ejemplo, es el informativo de Televisión Nacional, su informativo central el "Noticiero 24 Horas" que tiene como promedio sobre los 90 minutos o más. (!!!) Y eso tiene un motivo, una razón. Tanto el departamento de prensa como la dirección no están preocupados del rating de su informativo, entonces entregan gran cantidad de información irrelevante. El rating no es importante en las arcas se ese medio, ya que si su gestión económica es negativa el estado suple dicho déficit. ¡Negocio redondo!
Lo que preocupa es como estos mega informativos posibilitan, al incorporar mucha información basura dada su extensión, convertirse en campo fértil para la banalización y la desinformación, la que se va entregando en forma permanente y persistente.
El contenido, de un informativo medio contiene en promedio un máximo de 15 minutos de información medular importante (de interés para el país), el resto está constituido de reportajes anecdóticos de hechos diversos, con micro-sondeos en la calle y de reality-shows sobre la vida cotidiana, asaltos bastante documentados, violencia y farándula, etc., etc. Este formato se rige finalmente por las leyes de la audiencia (en el caso de "24 horas" es de aproximadamente entre 9 y 11 puntos), lo que equivale a una audiencia de aproximadamente 1 millón de espectadores variables cada día, o sea se le entrega un caramelo a una masa ávida de impacto.
Este simple formato, creado muy hábilmente para lograr objetivos hipnóticos, dejar subrepticiamente determinadas ideas -subyacentes, ya que psicológicamente se retiene lo de mayor impacto, (violencia, agresión, abusos, otros), y con esos contenidos se va generando en la audiencia subrepticia y persistentemente reacciones negativas, minando la mente de los espectadores con frustración y rabia. Ya no interesa entregar una información veraz, transparente y objetiva. Actualmente a los departamentos de prensa (invadidos por profesionales ideologizados, no les interesa realizar investigaciones profundas, verdaderamente periodísticas; es mucho más rentable el reality-show, la entrevista callejera o el reportaje temático. El impacto y la violencia capturan una mayor audiencia a un costo bastante más reducido.
En esta fábrica de imágenes y contenidos cubiertos con micro-equipos de prensa del tipo paparazi, abordan los hechos con una pre-concebida fórmula de trabajo "No es noticia, si un perro muerde a una persona, noticias es...que la persona muerda al perro", y bajo esta tónica, las noticias importantes son tratadas como shows, se exalta la violencia, se banaliza la política, se farandulizan las notas de prensa, los reportajes son ideologizadas y todo bajo los paradigmas de una supuesta "libertad de prensa".
Así, ante cualquier comunicado o entrevista se busca sólo dar énfasis a la pregunta argumentativa de un impertinente periodista, o en caso de un evento político importante, se realizará una fugaz entrevista al líder político, matizada con imágenes "ad hoc" dando énfasis a la controversia, pero sin ninguna información seria o algún análisis contundente de los temas discutidos.
Otro método, a modo de ejemplo, es la presentación de una revuelta callejera o un atentado, donde son cubiertos por micro-sondeos en la calle, dramatizando las impresiones y testimonios de cuanto peatón se encuentre en el lugar, o al vecino o a la madre llorando del que cometió el atentado, al rescatista o un policía. Sin tener el menor interés periodístico en informar la profundidad del hecho, su veracidad y sus consecuencias.
Es así cómo se ha exaltado la violencia callejera, donde camarógrafos y periodistas muestren a los policías con sus trajes de protección en acción frente a turbas de manifestantes violentistas y mientras mayor e impactante es el uso de los medios de defensa y/o antidisturbios mayor será el "rating" obtenido.
Capítulo aparte, es como se muestran los asaltos, que ahora se "adjetivan" de acuerdo al lugar donde ocurre el hecho delictual en la vía pública (portonazos, encerronas, etc.). Acciones que son presentadas mostrando en detalle el actuar y el "modus operandi" de los delincuentes (al tener acceso los canales de televisión a cámaras de vigilancia privadas y municipales), lo que les permite mostrar imágenes reales del evento lo que tiene dos resultados, primero aterrorizar a la población, y además estas detalladas secuencias de imagen son una verdadera clase magistral para la delincuencia, que les permite detectar las debilidades de los lugares y sus víctimas, así los facinerosos logran sus turbios objetivos y perfeccionan sus técnicas de asalto.
Sumados a estos enjambres de información están los reportes donde mediante cualquier tema, se exalta y muestran métodos de violencia y acción como verdaderas clases de capacitación subversiva.
Un ejemplo que clarifica este actuar, tuvo lugar recién decretada de cuarentena total en Santiago. En plena crisis sanitaria y ante las medidas restrictivas de la autoridad, se programó un reportaje dirigido por un antiguo y connotado periodista monocular, que fue emitido un par de días después de violentas manifestaciones en la comuna del Bosque en Santiago, el motivo de este era el "hambre" y una manifestación violenta ocurrida dos días después de decretada la cuarentena total en Santiago.
Cómo parte del noticiero, se exhibió el reportaje de sobre la crisis económica de 1982 Dando una retorcida versión del pasado, se usó como paralelo a la situación actual en plena pandemia, "mostrando e idealizando aquellas acciones de violencia en poblaciones de aquellos tiempos y dando una verdadero instructivo sobre métodos a realizar para anular y combatir a las policías. Además agregaron entrevistas a miembros del PC relatando formas de defensa popular”... si aquello no es una Incitación a la subversión del orden público, no se sabría cómo catalogarla.
A estas insignificancias se añaden temas de deporte, reportajes turísticos o gastronómicos, encadenando política, violencia, historia, meteorología, deportes, farándula, arte y otros, sin olvidar la publicidad de diferentes productos. En éste es el formato donde se entregan verdaderas tempestades de información, matizadas con los más diferentes temas de diversa importancia. De esa vorágine tanto de temas, comentarios e imágenes, sólo queda y se memoriza lo más crudo, violento e impactante.
Las facultades de periodismo y psicología estudian en profundidad el impacto, la estructuración y la jerarquización de la información en relación a la retención y memorización del cerebro. Estudios psicológicos sostienen que las emociones negativas se perciben más intensamente que las positivas, entonces ésta difusión de información e imágenes ha sido una de las evoluciones tecnológicas que más han contribuido actualmente en la desinformación, al dar una apariencia de infalibilidad a la información. Y aquí repitamos una antigua sentencia: "Una imagen vale más que mil palabras"
Toda esta información - desinformación, para describir un mundo en cambio y en tensión permanente, en donde el objetivo es sabotear, deconstruír y cambiar nuestro sistema democrático, el que deja al descubierto muchas vulnerabilidades.
Entonces, podemos afirmar que la mejor receta frente a la pos-verdad, es verificar la información buscando la información veraz confrontándola con muchas fuentes, lo que es una responsabilidad ciudadana.
No existen recetas infalibles contra la manipulación de la información, no obstante, resulta evidente que nuestras mejores armas se basan en la capacidad, convicción y fortaleza de nuestros principios. En consecuencia, nuestra única opción es ser capaces de fortalecer nuestros valores y defender los principios y deberes que sustentan nuestra democracia, con el fin último de proteger la libertad, la familia y el futuro de nuestra patria.
Bibliografía:
-Vladimir Volkov - "La Desinformación, un arma de guerra".
-Sun Tzun - "El Arte de la Guerra" es someter al adversario sin combate.
-George Orwell - "1084".
-Mikail Gorbachov - Guerra Psicopolitica".
-Antonio Gramsci – manuscritos
-Adriano Errigebel - www.elmanuscrito.com
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