1 de julio de 2020
Por BLOG-DE-MAXIMO
La última vez que supe del Joaco, estaba en un hotel comiendo porotos, ensalada y sémola con leche. En el velador, un cuaderno torre y un lápiz bic que la cámara se esmeraba en mostrar al respetable público. La Tonka envió a un periodista egresado de alguna universidad chilena para saber sobre su salud ¿Se murió el Joaco o anda otra vez por ahí? Nunca supe si estaba enfermo o fue un payaseo más del candidato.
El otro candidato, el iluminado con calle, hermano de la iluminada con sueldo reguleque, asegura que se contagió dos veces ¿Alguien da más? O no era coronavirus antes, o no lo es ahora, o los rebaños no sirven de nada porque la inmunidad duraría menos que billete en manos de un político. Lo único que nos falta a estas alturas del partido, es que los que se salvaron vuelvan a contagiarse. Así no abriremos nunca más la economía y se cumpliría el sueño del bacheletista aliancista, todos seremos más pobres y, según él, más felices ¿Con que ropa?
Siguen y suman las medidas para ayudar a quienes más lo necesitan, a la clase media, y el resto del electorado. Hace 40 años hubiesen dicho ¡mineros, campesinos, mujeres, obreros!, y el resto del evangelio. Hoy todo es más trasversal y social, como diría un cura rojo y repetiría el resto. “Quienes más lo necesitan” se puede aplicar a quien más lo necesite. No deja dudas.
¿Vieron a Sebastián? Vestido de blanco, con la guayabera que se trajo de Islas Vírgenes, comprando un tetrabrik de vino en la botillería de la esquina. No me fijé si el brebaje era Gato, Clos de Pirque o Santa Helena. Entre lo rápido que se fue y los ¿guardaespaldas? que tapaban al camarógrafo, no me quedó del todo claro. Ahora tenemos al Piñera negro y a otro blanco. No sé qué habrán dicho todos los botilleros que no pueden trabajar a pedido de políticos buenistas y curas de demasiada moral para el copete y poca para la fornicación. Supongo que no les gustó.
Le tenemos a la casera: Bonos provisorios, ayudas provisorias, sueldos provisorios y prenatales provisorios, todos ellos de carácter permanente. Prestamos que se supone todo el mundo pagará, así como los CAE, por ejemplo. Listas de productos esenciales, como el vino de Sebastián. Otra lista de trabajos esenciales, como los matinales. Estos últimos son de vida o muerte.
Todo esto maquillado con una modesta rebaja salarial de unos cuantos bienaventurados que viven de la Señora Juanita, mientras al mismo tiempo la tremenda burocracia, la corrupción, el robo a mansalva, las empresas estatales y las licitaciones truchas, dilapidan decenas de miles de millones de dólares anuales. Una broma de mal gusto y un guiño para una galería que ya no les cree nada.
¿Cómo va la vacuna china? Ponga el brazo mijo y cierre los ojos, que no duele. Si se pone verde fosforescente no se preocupe, ya pasará, suponemos. Si a la semana comienza a actuar raro, no se preocupe, puede postular a algún cargo público y pasará piola. Si queda estéril, alégrese, no pisará nunca un juzgado de familia. Si le dan convulsiones, respire profundo y espere a que se le pase, no hay mal que dure cien años.
Fuente: https://blog-de-maximo.blogspot.com/
.