09 de julio, 2020 

 

 

 

 

 

Manuel Bengolea
Economista


Permítame decirle a usted, señor Walker, y a quienes aprobaron esta iniciativa, que si el objetivo era ayudar a los más vulnerables, el medio para lograrlo no es empobrecerlos en su vejez.  Si, por otra parte, quisieron aprovecharse de la desgracia de los más vulnerables para conseguir votos y poder para el futuro, el medio utilizado es burdo y torpe, además de inmoral.


 Nuevamente, los políticos, haciendo gala de su irreverencia por la institucionalidad vigente, nos sorprenden proponiendo reformas con el afán de conseguir votos, no de solucionar los problemas de los más vulnerables. Nuevamente proponen cambios para que las personas puedan retirar el 10% de lo ahorrado en las AFP para poder hacer frente a los duros efectos económicos de esta pandemia. Que una persona en su desesperación por las estrecheces económicas piense en echar mano de sus ahorros para la vejez es compresible; sin embargo, que los políticos encargados de velar por nuestro bienestar, presente y futuro, propongan soluciones que van en nuestro detrimento, es imperdonable. Más aún si las soluciones ofrecidas ya están razonablemente cubiertas por diferentes iniciativas promulgadas y negociadas entre oposición y oficialismo.

En definitiva, la nueva propuesta contempla que las personas puedan retirar mínimo $1 millón y máximo $4.5 millones, limitado al 10% del ahorro acumulado. Si la persona tiene menos de 10 millones acumulados, igual podrá retirar el mínimo de $1 millón.  Si usted tiene $ 5.000.000 acumulados de ahorro en la AFP, igual podrá retirar $1 millón a pesar de ser un 20% del total. La pregunta que surge es cuántas personas que cotizan han acumulado menos de 10 millones, pues con esta alternativa van a retirar más del 10%, con lo cual el daño para su jubilación será aún mayor.

Según cifras de la Super de Pensiones, de un total de algo más de 10.9 millones de aportantes, 7.65 millones, esto es 70%, tiene menos de 10 millones acumulados; de ellos, casi 7 millones tiene 55 años o menos. Es más, 5.5 millones de personas, menores de 55 años, mantienen menos de $5 millones acumulados en sus cuentas de AFP. Es decir, la ley le permitirá a casi la mitad de los aportantes sacar 20% o más de los fondos que mantienen en las AFP, no un 10% como dice el titular.

Me pregunto, entonces, ¿los señores diputados se dieron el trabajo de investigar lo que estaban proponiendo? Si lo investigaron e igual lo propusieron, entonces o ignoran las matemáticas básicas, o sus intenciones dejan mucho que desear. De cualquier manera, la conclusión es preocupante y cabe preguntarse para qué se les paga. No hay que olvidar que ya se han implementado varios programas para ir en ayuda directa de los más vulnerables y que, en muchos casos, sumado como ingreso familiar acumulado durante varios meses, supera el millón de pesos, y se aproxima bastante a la pérdida de ingreso experimentada como consecuencia de la pandemia.

No nos engañemos, el objetivo de muchos políticos de izquierda es socavar la institucionalidad del sistema previsional de capitalización individual, pues añoran poder ser ellos los que manejan ese dinero y así poder financiar todo tipo de iniciativas que les sean electoralmente convenientes. Es más, la famosa ley del 10% contempla que el Estado devuelva esos fondos a las personas, pero no a las AFP, sino que a un ente estatal creado para este propósito y cuya administración recaerá, por supuesto, sobre burócratas dependientes del poder político y no sobre administradores profesionales de dinero, de probada capacidad e independencia.

El diputado Walker, respecto de esta iniciativa, declaraba: “Le dimos forma a un clamor popular, respetando nuestro ordenamiento jurídico, y es algo que revisamos con destacados constitucionalistas”. Está bien, diputado, pero la pega de ver la sostenibilidad financiera y económica de su iniciativa parece que no se hizo, pues de haberla hecho, le hubieran dicho de lo impracticable e inconveniente de la propuesta, como de hecho lo han sostenido respetados economistas de oposición respecto de retirar hasta el 10% de los fondos, no de bastante más, que es lo que ustedes proponen.

Maquiavelo sostuvo que el fin justificaba los medios, pero se refería a que si el objetivo era importante, cualquier medio para lograrlo era válido. Permítame decirle a usted, señor Walker, y a quienes aprobaron esta iniciativa, que si el objetivo era ayudar a los más vulnerables, el medio para lograrlo no es empobrecerlos en su vejez.  Si, por otra parte, quisieron aprovecharse de la desgracia de los más vulnerables para conseguir votos y poder para el futuro, el medio utilizado es burdo y torpe, además de inmoral.

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/manuel-bengolea-10-de-la-afp-maquiavelo-sin-cerebro/

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