Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Hemos sido informados por un importante canal de televisión de los costos asociados como producto del mal llamado acuerdo por La Paz, firmado por todos las cúpulas políticas incluido el diputado Boric y a través del cual el expresidente Piñera renunció a hacer respetar el orden constitucional y entregó la constitución vigente para someter a la voluntad popular una entelequia planificada en 4 días por los políticos, con tal de salvar el pellejo y preguntarle al país si querían otra constitución.

Con dicha acción politiquera e irresponsable llamaron a un plebiscito de entrada en el cual, distorsionando las prioridades y demandas de las grandes mayorías, le endosaron toda la culpa de estas a la “constitución de la dictadura”. El pueblo, adormecido por una campaña maligna cayó en la trampa y el juego le costó al erario nacional la suma de $31.540 millones, dinero de todos los chilenos.

Vino entonces la elección de 155 convencionales a un costo de $20 mil millones, algunos de los cuales fueron designados a dedo en lo que llamaron representantes de los pueblos originarios.

Para el total de convencionales se destinaron 4.680 millones para las dietas, $950 millones para la infraestructura donde a todo confort trabajarían los redactores del proyecto constitucional. Pero hay más, se asignaron $1.300 millones para personal técnico y $22.650 millones para asignaciones especiales.

A todo lo anterior se le suma el Plebiscito de salida del 4 de septiembre recién pasado a un costo de $31.540 millones.

No tengo interés en aburrirlos con estas gigantescas cifras, pero son dineros de todos los chilenos y a ello hay que sumarles el gasto publicitario en que el gobierno incurrió para defender y publicitar su programa de gobierno. Sin contar con esa cifra los números anteriores dan un total de $112.664 millones.

Todo un gasto irresponsable manejado por los políticos que creen que el Estado y sus arcas fiscales son el botín que ellos pueden manejar a su regalado gusto.

¿Saben Uds. cuantos hospitales de 5.000 metros cuadrados como el construido en Cochrane, una de las zonas más australes de Chile y capaz de atender a 5.400 personas podrían haberse construido con ese despilfarro?. Pues bien, se podrían haber construido 6 de este tipo de centros asistenciales, a un costo de $17 mil millones c/u y ¿saben cuántas viviendas sociales se podrían haber construido?: 4.366.casas.

Esta es la indiferencia de los políticos por las verdaderas urgencias sociales y hoy, en espurios acuerdos cupulares, pretenden continuar con un nuevo proceso constituyente, dándole una vez más vuelta la espalda a la decisión ciudadana.

Y rematamos con un cambio de gabinete que en vez enfrentar con valentía el mandato que el pueblo ha realizado, ha sido todo lo contrario llamando a integrar al gobierno a viejas figuras de la izquierda que ocuparon responsabilidades en el gobierno de Bachelet y estuvieron involucradas en turbios manejos como el caso Caval o la Municipalidad de Santiago, donde importantes cifras de dinero fueron malversadas y donde hay una investigación administrativa en la Contraloría General de la República.

Una vez más se hace presente el descrédito de la política y la burla al pueblo de Chile, más aún cuando las últimas encuestas después del plebiscito arrollador dan al interés por otra constitución sólo el 5,1 % ¿qué más demostración necesitan los políticos y el gobierno?

Es hora de exigir con urgencia la renuncia del presidente de la República y todo su gabinete y que actúen los mecanismos que la constitución establece para que sea el pueblo soberano el que camine en pos de su destino y su futuro.

¡Chile dijo Basta!!!

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