Osvaldo Rivera Riffo
Director Fundación Voz Nacional
"De males a bienes dicen que se pasan fácilmente; pero de males a males digo yo, es más frecuente"
Calderón de la Barca
Qué dice la actual Constitución en sus aspectos fundamentales?
Que el Estado está al servicio del hombre resguardando sus derechos y exigiéndole deberes para llevar una vida en concordancia con el orden y la seguridad que una sana sociedad necesita; además, explicita mecanismos jurídicos que otorgan a las instituciones que velan por el cumplimiento del desarrollo y del progreso nacional, facultades y autonomía, como lo son el Banco Central, el Tribunal Constitucional, Servicio Electoral, Contraloría, Ministerio Público, entre otras.
A su vez, garantiza el libre mercado y los mecanismos de responsabilidad fiscal y macroeconómica, garantizando con ello la libre iniciativa de los particulares quienes, libremente y de acuerdo a sus capacidades buscan la mejor manera de satisfacer sus intereses y valores para una vida plena. El Estado, subsidiariamente, coopera con las instituciones que pueden realizar tareas mejores que el servicio público en beneficio del bienestar nacional.
Así entonces, la actual Constitución garantiza el derecho de propiedad, la libertad de enseñanza, de culto, la libertad de expresión y varios de los derechos asociados al concepto supremo de la libertad como el derecho a la salud, al trabajo, vivienda, seguridad y orden público, etc.
Para que la administración del poder sea efectiva y eficiente la actual Constitución separa con independencia los tres poderes del estado, reiterando que se debe velar por el derecho a la vida y por la estructura madre de la sociedad: la familia, fortaleciéndola como núcleo central del orden social e indicando que todos los hombres y mujeres tienen igualdad ante la ley.
Por tanto, tenemos una Constitución señera en el campo de las libertades individuales, absolutamente acorde con los mecanismos que operan para lograr el máximo desarrollo y protección como nación, cautelando los valores nacionales y la soberanía del País.
Las FFAA y de Orden cumplen un papel trascendente en el ordenamiento jurídico de Chile, puesto que son no sólo la reserva moral, sino que instituciones especializadas que permiten asegurar la soberanía de tierra, mar y aire, llevando siempre en alto la responsabilidad de cautelar los valores y símbolos patrios, herencia bañada con la sangre de muchos chilenos que lucharon por heredarnos un país independiente.
Pues bien, si todos estos grandes elementos resumen la hoja de ruta de un país, establecen la arquitectura jurídica de la nación y han permitido progreso y bienestar en los últimos 40 años, ¿qué sentido tiene pretender cambiarla por una hoja en blanco, enarbolada por los sembradores del odio y la venganza?
¿Me dirán, acaso, que los agitadores y protestantes que día a día cruzan calles y caminos incendiando, saqueando y vandalizando todo lo que encuentran a su paso lo hacen vestidos con harapos, calzados con ojotas amarradas con pita? ¿O que las mujeres que gritan caminan con los canastos con ropa ajena sobre la cabeza, planchada con plancha de carbón? ¿O que alguno de ellos no sabe leer ni escribir?
Que me conteste alguno si de regreso de sus fechorías, vuelve a la callampa, se tapa con cartones, prende un brasero y se calienta las sobras que recibió de alguna buena alma; o, por el contrario, abre el refrigerador y come lo que sus posibilidades le ofrecen, prendiendo además la tele color, para ver su programa favorito y luego de un rato, tranquilamente visitar el baño con las comodidades básicas, pero que garantiza sanidad. ¿Se olvidaron que hace 40 años el baño era un pozo séptico al fondo de la media agua? ¿Se olvidaron que se dignificó el trabajo y ahora ya no se lava ni plancha "ajeno" y si se hace, se emplea la última tecnología?
Muchos se olvidan que esos que hoy gritan y protestan son la primera generación familiar en llegar a la universidad, mientras el padre dignamente es gasfíter y la madre asesora del hogar.
Esta es la realidad de estos últimos 40 años: superamos la pobreza, se abrieron las oportunidades, ya no se mueren los niños al nacer ni en los primeros años. Se acabó la desnutrición infantil, se abrieron salas y jardines infantiles, dando posibilidad al desarrollo de la mujer fuera de la casa.
Hay 17.500.000 de chilenos y hay 5.500.000 vehículos en el parque automotriz, es decir, un vehículo por cada 3,5 personas.
Todo esto sólo fue posible por la Constitución de la libertad y por el espíritu de superación individual, impregnado en ella.
Hoy nos quieren llevar, nuevamente, a ser miserables y pobres no solo material sino moralmente.
Ahí ven Uds., satanizadas y quemadas las iglesias, lugares de oración donde muchas de sus abuelas y madres, más de alguna vez, depositaron su fe y esperanza para que su familia tuviese un futuro mejor.
¡El odio solo trae violencia, dolor y muerte! Pueblo mal agradecido, ¡pagarán caro no haber valorado su propio esfuerzo! .Llorarán una y mil veces y cada vez más, contemplando a los que gritan y destruyen y se den cuenta de los hijos que criaron, y asuman tardíamente la responsabilidad de no haber sabido cuidar la educación familiar.
Esta es una cara de la moneda, pero también está la otra. La de los empresarios que gracias a las características de nuestro orden jurídico amasaron fortunas, crecieron diversificando la economía, creando miles de fuentes de trabajo, permitiendo así el desarrollo del país. Sin duda que algunos se aprovecharon del sistema y cometieron más de algún grave delito.
Y hay otros que, habiendo gozado de lo anterior hoy se han olvidado y se atreven a afirmar que la institucionalidad actual es ilegitima, entonces, hay que decir que son ilegítimos todos sus negocios y empresas y el dinero que los sustentan. Por favor señores, su criterio es pavorosamente frívolo, irresponsable y oportunista.
Señor Larraín Matte, le sugiero converse con su papito y pregunte como ayudó a defender lo que hoy Ud. disfruta. Pregúntele, también, que significa "La Papelera No". Pregúntele a su madre que importancia tuvo ella en erradicar la extrema pobreza y luego, si cabe el agradecimiento, vuelva a hablar.
A los ejecutivos de Enade les recuerdo que quien se acuesta con guaguas amanece mojado y las guaguas del FA precisamente no solo los mojarán.
Hay que hacer cambios, por cierto que sí, las sociedades no son estáticas; pero se construye sobre los cimientos de lo ya realizado y sobre todo, en la base valórica que nos ha legado la historia y nuestros antepasados.
Eso se llama respeto. Eso se llama orden.
Por eso es incomprensible destruir nuestra arquitectura jurídica por otra y someternos a un proyecto político impredecible.
El camino para mejores expectativas lo tenemos que mejorar desde lo que tenemos y de lo que hemos construido con esfuerzo. Eso es realismo y responsabilidad.
O se piensa de verdad que la igualdad existe, o que la inteligencia es pareja? Por favor al menos lean, y traten, si son capaces de comprender, la parábola de los talentos.
En este contexto, qué sentido tiene señor Presidente maltratar a un pueblo que su único delito fue confiar en Ud.?
En la última reunión con empresarios Ud. mencionó los 11 puntos que debe tener la nueva Constitución.
¿Se ha leído la actual? Al parecer, da la sensación que no. Me pregunto, entonces, ¿cómo la juró? ¿La leyeron sus novatos asesores? O lo que sería peor, ¿oyeron que por allá por los 80 se dictó un marco legal pionero en el mundo y por lo tanto sería bueno pasar a la historia con otro, pero con su firma?
¡¡Qué importa que mientras tanto se destruya Chile!!
"Nadie puede usar la palabra progreso si no tiene un credo definido y un férreo código moral. Porque la misma palabra "progreso" indica una dirección; y en el mismo momento en que, por poco que sea, dudamos respecto a la dirección, pasamos a dudar en el mismo grado del progreso".
Gilbert Chesterton
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