17 de diciembre, 2019

 

 

 

 

 

 

Jose Antonio Kast
Presidente Partido Republicano


Los que firmaron el acuerdo, desde el Frente Amplio a la UDI, han decidido poner su firma en un documento que consagra la hoja en blanco para llevar los destinos de Chile en los próximos dos años y quedar a merced de la violencia y las barricadas, que son las grandes responsables de la destrucción que ha ocurrido en los últimos días.


 El Gobierno acaba de presentar su Agenda Anti Abusos, pero dejó fuera el abuso mayor: el Pacto por la Nueva Constitución sellado entre la derecha y la izquierda que busca cambiar el modelo económico y social que más progreso le ha traído a Chile. Los que firmaron el acuerdo, desde el Frente Amplio a la UDI, han decidido poner su firma en un documento que consagra la hoja en blanco para llevar los destinos de Chile en los próximos dos años y quedar a merced de la violencia y las barricadas, que son las grandes responsables de la destrucción que ha ocurrido en los últimos días.

Las encuestas, que antes daban casi un 100% como prioridad a la Nueva Constitución, hoy se desploman frente a la evidencia de la pérdida de empleos, el caos económico y la paralización de las inversiones en el país. Lo hacen porque el chileno real, las personas comunes y corrientes, no están preocupados de las discusiones de las feministas radicales o de la agenda política de los dirigentes históricos de los mal llamados representantes de los pueblo originarios. No, ellos están preocupados por el día a día que viven y por las injusticias y urgencias sociales que llevan años y décadas pendientes.

Hace dos años, el llamado movimiento No + AFP afirmó haber convocado a 1 millón de personas para votar por su propuesta que terminaba con el sistema de capitalización individual en Chile. Pocos meses después, en las elecciones formales, transparentes y mayoritarias, el pueblo de Chile en dos oportunidades optó por apoyar al candidato que no promovía el término de las AFP, sino que perfeccionaba e introducía mejoras al sistema.

El fin de semana pasado, en medio de denuncias de fraudes y duplicaciones del voto, se afirmó que más de 2 millones de personas habrían participado de la consulta comunal, y que cerca de un 80 por ciento de  ellas habrían apoyado la Nueva Constitución. Como lo hemos dicho y lo repetiremos hasta el cansancio: quienes estamos en contra de la Nueva Constitución sabemos que todos los sectores políticos y todos los medios están en nuestra contra, y que para efectos del debate público, partimos con marcador 8 a 2 en contra. Pero también sabemos, que quedan 5 meses para el Plebiscito y que tenemos los argumentos, las propuestas y el espíritu para llevar adelante una campaña alternativa, que interprete a los millones de chilenos que no creen en este cheque en blanco y que no están dispuestos a arriesgar su progreso y el de todos los chilenos a cambio de aventuras revolucionarios que han demostrado su fracaso en varias partes del mundo.

Junto a muchas personas, líderes de la sociedad civil y políticos que no forman parte de este acuerdo de colusión constitucional, iremos construyendo paso a paso la campaña que necesitamos para que gane la opción Rechazo y salvemos al país de la emboscada constitucional a la que ha sido arrastrado. Sabemos también que será una coalición amplia, que piensa cosas muy distintas y que tiene distintas motivaciones para rechazar este plebiscito.

Pero la gran diferencia está en que no habrá pacto de colusión ni oscuridad en las propuestas que presentemos y la campaña que buscamos liderar. De manera transparente y positiva, buscaremos relevar el exitoso progreso de la Constitución que nos rige; destacar los cambios que son necesarios para fortalecerla; y denunciar una y otra vez la violencia que ha destruido empleos, comercios y la tranquilidad de millones de chilenos.

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/jose-antonio-kast-colusion-constitucional/

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