21 de julio, 2020
José Antonio Kast
Presidente Partido Republicano
Para muchos hoy lo “popular” puede ser sumarse al 80% de los chilenos que según las encuestas apoya este proyecto. Pero la política no puede ni debe convertirse en un concurso de popularidad construido sobre la base de apariencias y no discusiones de fondo.
Diputados, senadores, alcaldes y periodistas de los medios de comunicación, todos unidos por una sola causa: destruir las pensiones de los chilenos más pobres. Porque digamos las cosas como son, a ninguno de ellos de verdad le importa ayudar a los chilenos ni menos entregar soluciones concretas para aliviar los impactos económicos y sociales de la pandemia. Lo único que les importa es sumarse al coro de las encuestas y la promesa vacía de repartir el 10% de las pensiones.
Es cierto que el Gobierno ha hecho las cosas mal y que no ha comunicado adecuadamente las medidas de apoyo que necesita la clase media y los más vulnerables en nuestro país. También es cierto que el gobierno cometió otro error más grave, que es sentarse a la mesa con la izquierda y construir acuerdos que sus adversarios incumplen al día siguiente. Son estos errores, comunicacionales y políticos, los que precisamente confunden a la gente y generan expectativas desmesuradas en una población angustiada por el desempleo y las deudas, por el hambre y el encierro.
Pero algo muy distinto es apoyar un proyecto que destruye las pensiones de los chilenos más pobres. Retirar el 10% no va a permitirle a los chilenos acceder de manera rápida a dinero en efectivo ni apoyo para enfrentar esta contingencia. Como bien lo señalan los expertos, el proceso de liquidación de los fondos de pensiones tomará tiempo y causará un daño enorme a la economía y a los propios fondos de pensiones. El que cree que si el proyecto se aprueba mañana, el viernes tendrá recursos frescos, está muy equivocado. Peor aún, esos fondos que hoy valen 5, 10 o 20 millones, por el sólo hecho de la corrida bursátil, bajarán significativamente de valor y serán millones de chilenos los que saldrán perjudicados por esta mentira política en serie.
Lo más grave, en todo caso, es el profundo perjuicio que se hace a las pensiones de los chilenos. Con el retiro del 10%, que en algunos casos será el 100% de los fondos acumulados, cientos de miles de chilenos se quedarán con una jubilación ínfima y vivirán una vejez en la miseria. Es cierto que hoy muchas pensiones básicas no cumplen con mínimos de dignidad y que el sistema de administración de fondos previsionales requiere reformas urgentes para aumentar la competencia y la responsabilidad, pero en nada ayuda un proyecto que reduce los fondos y que incentiva a los ciudadanos a usar sus ahorros del futuro, para cubrir las contingencias del presente.
Hoy el populismo en Chile dejó de ser una amenaza y se ha transformado en una realidad. La baja aprobación del Gobierno y las encuestas dirigidas hacen estragos en las convicciones políticas de nuestros dirigentes, y aprovechando sus debilidades argumentativas, los fuerzan a sumarse a la demagogia de izquierda.
Frente a ello, más que nunca es indispensable rechazar con fuerza el populismo y proponer un camino alternativo. Si bien defendemos la propiedad de los fondos previsionales, no aceptaremos el chantaje de aquellos que afirman que retirar el 10% es la única alternativa. No es así, existen muchas alternativas. Hay que mejorar los planes para la clase media y más vulnerables; hay que reactivar nuestra economía para volver a potenciar los empleos y el crecimiento; hay que bajar los impuestos a las empresas para que vuelvan a producir y el IVA para que las personas vuelvan a consumir y a pagar menos impuestos.
Para muchos hoy lo “popular” puede ser sumarse al 80% de los chilenos que según las encuestas apoya este proyecto. Pero la política no puede ni debe convertirse en un concurso de popularidad construido sobre la base de apariencias y no discusiones de fondo. Hoy más que nunca, tenemos que debatir en profundidad los temas y explicar, con seriedad y racionalidad, las verdaderas implicancias y consecuencias de las decisiones en ciertas políticas públicas.
Fuente: https://ellibero.cl/opinion/jose-antonio-kast-populismo-previsional/
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