28 DE AGOSTO DE 2023
Hermógenes Pérez de Arce
Hace cerca de 60 años apareció en el frontis de la Universidad Católica "tomada" un gigantesco lienzo blanco con letras rojas que decía: "¡CHILENO! EL MERCURIO MIENTE!" Ha llegado el momento de desplegar otro frente a la UC, de nuevo "tomada", que diga: "¡CHILENO: LA UNIVERSIDAD CATÓLICA MIENTE!". Veremos por qué.
El Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973 fue mundialmente leído y considerado. Pero fue silenciado a partir del mismo 11 de marzo de 1990, por connivencia de Aylwin con la extrema izquierda. Eso hasta el 22 de agosto último, cuando la Cámara lo conmemoró y restableció en toda su vigencia y veracidad. Esto ha cambiado los términos del debate público. Se restablece como verdad histórica que el régimen de Allende fue una dictadura, sólo frustrada por el pronunciamiento del 11 de septiembre. Pero la opinión pública todavía no digiere esta verdad ocultada por más de 33 años, porque ningún medio masivo osa publicar el Acuerdo in extenso.
De otro lado, el actual caos reinante ha fortalecido la imagen de Pinochet. Digamos primero que del centenar de querellas intentadas por los comunistas en su contra en 2000, se tramitó una sola, ante el juez Juan Guzmán, manipulado por el diputado Hugo Gutiérrez. Ella avanzó hasta el desafuero del entonces senador Pinochet, acordado por 13 votos contra 6 por la Corte Suprema. Pero ese fallo dejó a la vez a firme una verdad: que no era autor ni cómplice de delitos. Fue desaforado como encubridor, lo cual tampoco fue, como probé en mi libro "La Verdad del Juicio a Pinochet", nunca desmentido ni contradicho y sí reconocido en su solidez por autores como Arturo Fontaine Aldunate y Gonzalo Vial Correa.
Pero ahora el excomandante en jefe del Ejército Ricardo Martínez publica un libro, con la no sorprendente complicidad del politizado rector de la UC, Héctor Sánchez, libro que ya el año pasado fue desechado y excluido por el Ejército de su página web. Yo lo refuté en este blog los días 2 y 4 de marzo de 2022, en artículos titulados "Grave Desinformación en el Ejército" y "El Nuevo Ejército Enloda al Viejo Ejército".
Es que la perversa tesis de Martínez es que Pinochet usó la Comitiva de Arellano para matar gente e inculpar a los regimientos locales. Esto fue probado falso en todos los casos, pero Martínez, cuando le sacaron su libro del sitio web institucional, ahora ha querido insistir. Hay quien le asimila a otro ex CJE detractor de Pinochet, Juan Emilio Cheyre. Pero, para mala suerte de Martínez, Cheyre sabe mejor que nadie que la tesis de su libro es falsa, pues cuando él era teniente en La Serena, Arellano y el Comandante del regimiento local estaban juntos justamente cuando otro oficial, por sí y ante sí, sacó a 16 reos de la cárcel y los fusiló. Cheyre mismo me lo contó en un almuerzo del almirante Poisson.
Peor aún, en este mismo lamentable libro que ayuda a resucitar el rector Sánchez, como comprobé circunstanciadamente el año pasado en este blog, Ricardo Martínez inculpa a Pinochet y a la Comitiva de algo que sucedió en Copiapó cuando ella todavía estaba en Santiago. Es lastimoso que el comentarista, excomunista, Sergio Muñoz Riveros, que suele escribir con objetividad, en Ex Ante ahora le atribuya seriedad a ese texto tan erróneo. Sobre todo que, en particular, elige el caso de un traslado de reos en Copiapó, que terminó en intento de fuga y la consiguiente muerte de reos, todo de exclusiva responsabilidad del personal local y ocurrido la noche antes de que la Comitiva de Arellano saliera de Santiago.
Por cierto, basta leer el capítulo "Copiapó", p. 39 de mi libro de 2000, best-seller ese año y nunca contradicho, "La Verdad del Juicio a Pinochet" (que puede adquiririse y bajarse en este blog), para comprobar todas esas falsedades.
Pero sin duda el daño reputacional más grave lo sufrirá la Universidad Católica, casa de estudios supuestamente dedicada a contribuir a la ciencia y a la verdad, pero en cuya Aula Magna se oirá mañana mentirles descaradamente al país y al mundo, al tratar de convencerlos de versiones desvirtuadas hasta por la propia Corte Suprema, que en su fallo de 8 de julio de 2000 descartó que Augusto Pinochet haya sido autor o cómplice de los hechos que le imputa el despreciable texto que la UC se ha prestado para cohonestar.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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