21 DE MAYO DE 2023 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Arturo Prat en 1879 entregó la vida combatiendo antes que arriar la bandera y rendirse.

Sebastián Piñera en 2019 arrió el pabellón y se rindió ante la revolución comunista. El 8 de mayo de 2023 Chahuán y Macaya corrieron a rendirse ante Boric ¡cuando recién lo habían derrotado! Los chilenos de hoy se rinden hasta cuando ganan. 

El general Cheyre se rindió en 2004 cuando su ejército había triunfado y dijo que todas las culpas, los "hechos punibles y moralmente reprochables del pasado",  eran del Ejército, "siempre vencedor y jamás vencido". Los militares habían derrotado a la subversión marxista, pero han terminado con 300 de sus hombres como presos políticos "caídos tras las líneas enemigas". Sus camaradas activos miran para otro lado. Hasta un poeta ha preguntado: "¿Qué has hecho, Ejército, que ahora/ quienes ayer mandaste a luchar/ están muriendo en las sombras/ en que los dejaste encarcelar?".  

Hay algo peor que rendirse: "darse vuelta la chaqueta", pues implica pasarse a las filas del adversario. Los DC, inicialmente partidarios del gobierno militar, pronto "se dieron vuelta la chaqueta" y se transformaron en sus principales denigradores. Luego hicieron lo mismo casi todos los demás, incluso los partidarios del "Sí" de 1988. En los años ´90 la UDI y RN llegaron a tanto en su rendición que sacaron de sus Declaraciones de Principios el reconocimiento que le habían hecho al gobierno militar. 

Frei Montalva y Aylwin, los más entusiastas convocantes a la acción militar de 1973 ("¡esto se arregla sólo con fusiles!") pronto se pasaron a la oposición a la Junta, para después pactar hasta con sus peores enemigos, los comunistas.

Aylwin hasta sentó en el banquillo de los acusados a los militares que él había azuzado. Se había olvidado en 1990 de lo que había hecho y dicho en 1973 en su defensa de ellos ante el resto del mundo. Y a los terroristas les pidió perdón con lágrimas en los ojos por lo que los militares les habían hecho. Y después a aquéllos los llenó de plata, a la que se suma y sigue sumando la dispensada a través de la prevaricación vergonzosa de la dictadura judicial de izquierda hoy imperante..

Y en fin, últimamente la centroderecha se ha rendido al más preciado anhelo comunista, "borrar a Pinochet de la historia",  reemplazando su Constitución por otra. Hasta la gente más impensada claudica y dice "¡necesitamos una buena y nueva Constitución!" No sé qué dirán ahora que la "Comisión Experta" está haciendo otra sobre doce bases que están TODAS contenidas en la, supuestamente, "mala y vieja" de 1980. Con tal de rendirse, los lábiles chilenos actuales son capaces de decir cualquier cosa.

Prat era abogado y los chilenos han elegido ahora presidente a un egresado que ni siquiera fue capaz de recibirse. Prat fue temerario y prefirió morir a rendirse, pero el antecesor de Boric, Sebastián Piñera, en 2019 tuvo tanto miedo que se rindió incondicionalmente sin combatir, arrió sus colores y entregó "la joya de la corona", la Constitución, a la izquierda.

Una mayoría popular el 7 de mayo pareció alzarse contra tanta abyección y constituyó como primer partido político de Chile al único contrario a cambiar la Constitución según el deseo comunista. Ojalá sus consejeros recién electos no se rindan.

Pues si lo hacen se confirmará que el capitán Arturo Prat le queda demasiado grande al entreguista y cobarde Chile actual.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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