6 DE MARZO DE 2023
Hermógenes Pérez de Arce
El gobierno va a celebrar 50 años del fin del anterior intento marxista de apoderarse del país, en 1973. El Mercurio (05.03.23) dice: "Evidentemente la memoria de las víctimas y la condena irrestricta a las violaciones a los derechos humanos debe jugar un aspecto central en la conmemoración".
Pero eso no sería verdad. Dicha en pocas líneas es: "Después de un corto período de lucha, en que cayeron el 57 % de todas las personas que murieron entre 1973 y 1970, el país fue pacificado. Ello no impidió que hubiera esporádicamente, durante los restantes 16 años, atentados terroristas y excesos represivos. Los primeros, por parte de los grupos armados de extrema izquierda existentes o que se formaron con posterioridad, especialmente en Cuba; y los segundos por parte de uniformados que no obedecían las órdenes oficiales de evitar excesos e ilegalidades."
¿Por qué parece imposible una versión veraz y objetiva como ésa? Porque reinan las consignas de la extrema izquierda. Prueba de ello es no sólo lo que expresó El Mercurio, sino lo que dijo un comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, en 2004, cuando hablaba de "nuestros camaradas y las víctimas". Revelaba haber hecho suyo el sesgo general, llegando a culpar a su institución de "todos los hechos punibles y moralmente reprochables" del pasado.
Sostengo que en el aniversario de los 50 años debe homenajearse a Pinochet y la Junta por haber derrotado al comunismo, procurando respetar los derechos humanos; y por haber reconstruido y pacificado el país "desde las cenizas" que dejó la UP, dándole los mejores años de su historia.
Las políticas de la Revolución Militar, al ser imitadas en otras partes, literalmente cambiaron al mundo al crear un sistema socio-económico que otros países quisieron imitar ("los militares chilenos fueron los primeros, Reagan y Thatcher vinieron después", reconoció el inglés Niall Ferguson).
Más aún, como la URSS se fundó en supuestos "atropellos a los derechos humanos" para denigrar a Pinochet y a la Junta, el resto del mundo entonces le preguntó a ella y sus satélites "¿y cómo andamos por casa?". Tuvieron entonces que comenzar a respetar los derechos humanos, a raíz de lo cual se les vinieron abajo el Muro de Berlín y la Cortina de Hierro. O sea, Pinochet y la Junta aportaron mucho para cambiar el mundo para bien. Tras medio siglo se les debe agradecer.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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