12 DE ABRIL DE 2022  

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Como antes he pronosticado, a este segundo gobierno marxista le doy mil días, tal como duró el primero. Pero también admito la posibilidad de que, a tumbos, Boric llegue al final de su periodo, dando entonces lugar a que triunfe José Antonio Kast por amplia mayoría en 2026, la cual se va a haber dado cuenta del disparate de haber destruido el modelo y la prosperidad para todos que generó el legado de Pinochet. Históricamente ante los disparates de la izquierda Chile se ha vuelto a la derecha. Así es que ésta puede obtener el triunfo final sin moverse de su escritorio.

Hasta el 15 de noviembre de 2019 (demonización de Pinochet de por medio) el modelo de la sociedad libre había sido respetado en las grandes líneas y sólo le habían "rayado la pintura". Pero sobrevinieron la revolución violenta del 18 de octubre de 2019 y la subsecuente rendición de Piñera ante ella, el 15 de noviembre del mismo año, cuando entregó en bandeja a los agresores la piedra angular de dicha sociedad libre, la Constitución. Y así entró a imperar el actual y desquiciado parlamentarismo de facto.

Bueno, resulta ahora que no estoy solo en mi pronóstico del triunfo final de la libertad, en 2026. Hoy el columnista de izquierda de "El Mercurio", Eugenio Tironi, vaticina igual cosa y además coincide conmigo en algo adicional: en el peor de los casos (el de que triunfe el Apruebo el 4 de septiembre próximo y el país sea descuartizado por los bárbaros, lo mismo que lo fue su fundador, Pedro de Valdivia), Tironi también prevé que la derecha va a poder aprovechar esa coyuntura en beneficio propio. 

Pues, en efecto, yo he sostenido que, aun en tan adversas circunstancias, podremos beneficiarnos de la división por presas del territorio para habitar en alguna (o más de una) regiones libres, convertidas en feudos derechistas, restos náufragos sobrevivientes del Chile actual perecido tras haber sido descuartizado. Todo ello haciendo uso de la autonomía regional con respecto al régimen central que garantiza y ofrece la locura constituyente. 

Por ahora, cunde el pánico de la gente que algo tiene ante el anuncio confiscatorio de Boric, el mismo día que asumió, cuando anunció que se iba a apropiar de toda la riqueza privada (pues la estatal ya la tiene bajo su poder) y la iba a redistribuir a su manera. Ese anuncio anticipado de robo ya provoca la consiguiente fuga de capitales y "más temprano que tarde" generará el "dólar a luca", tan temido. Alimentará así la inflación y el desaliento de los que producen (que son los despojados, los que algo tienen) y eso generará escasez. 

Así como Allende inauguró en Chile la "estagflación", su declarado heredero Boric la reeditará. 

Pero para, en último término, desembocar en el triunfo final de la libertad en 2026, como lo vaticinan Eugenio Tironi y Su Seguro Servidor.

A veces "los extremos se tocan", como dice el dicho. Me alegro, porque ambos avizoran un final, si no demasiado próximo, al menos más feliz.