17 DE DICIEMBRE DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Si sale Kast será del cielo. Si sale Boric, del infierno, "Apruebo"= bolsa de gatos. "Dignidad"= peladero. El cielo, Kast, durará sólo cuatro años y al cabo de los mismos "aquí estaremos otra vez". El infierno, "mil días", máximo, hasta que se acabe la plata y llamen a otros Merino y Pinochet, si los hubiere. La Constitución de ambos era mucho más sabia, como en todo, con mandatos de ocho años. Pero sin reelección. Habría sido mejor con. Así y todo, es preferible jugarse la vida cada ocho en vez de cada cuatro años. Así somos. "Este podría ser un gran país, si no fuera por los chilenos", dicen. Pero hay desde tipos de primera, como Pinochet o Kast, que nos salvan, a otros como Allende o Piñera, que nos hunden. Y hoy tenemos a punto de llegar a La Moneda a uno peor, Boric, malo de la cabeza pero elocuente; tramposo e impredecible, porque hasta podría volverse honrado... en un intervalo lúcido. Un siquiatra escribió al diario extrañándose de que no pudiera ser piloto, pero sí mandar el país, con el trastorno que tiene.

Pero a los izquierdistas no les importa, con tal de que no gane un derechista. Típico de la izquierda: "el odio es más fuerte". Y vamos gastando "la plata de los demás". Vino recién a darnos conferencias el socialdemócrata sueco Goran Peersson, en cuyo país hay una entrada gratis al metro para quienes hayan olvidado la plata y nadie la usa, porque son civilizados. Pero, como es de izquierda, apoya a Boric, que ha sido fotografiado en todas las poses eludiendo el pago del metro, así es que en Estocolmo se colaría a diario por la pasada gratis. Los suecos, que allá lo tendrían preso, quieren que nos gobierne. Es que tienen una cosa contra nosotros. Por eso apoyaron a la UP y allá todavía hay un ghetto chileno de izquierda, con refugiados UP. Y cuando el FPMR asesinaba gente a discreción acá, en los 80, el primer ministro Olof Palme contribuía a una colecta pública para ayudar al FPMR en su tarea asesina. Por eso yo escribí, cuando a su turno a él lo asesinó un terrorista, "¡Justicia Divina!" y la Comunidad Europea le presentó una protesta a "El Mostrador", que publicaba mis blogs, y dejaron de publicarlos. Claro que Sebastián Piñera le había pedido lo mismo, así es que a lo mejor fue él. No sé a quién atribuir "el mérito".

Es tan increíble nuestra elección de este domingo que, además del siquiatra que dice que a Boric ninguna aerolínea lo podría contratar, Leonardo Farkas "le exige" que se haga un test de pelo, y como Boric ha dicho que no se lo hizo por lo caro, Farkas le pone a disposición un millón de pesos. Hoy mismo. Por supuesto, no se lo va a hacer. ¿En qué país vive Farkas? No en Chile, por supuesto.

Pero Boric ya ha conseguido que lo apoyen personas importantes de la izquierda moderada de Chile y Europa. Llegado el momento, los izquierdistas son todos iguales. A Joseph Stiglitz, el Nobel de economía que, según revela hoy Axel Kaiser, apoyó entusiastamente a Hugo Chávez y a Fidel Castro, ahora nos insta a elegir a Boric, cuando estamos llenos de cubanos y venezolanos que nos cuentan los horrores de sus países.

¿Cuál es la receta de Boric para tener un currículum personal y académico apestoso, representar políticas fracasadas y estar a punto de ganar La Moneda? Una de las más antiguas del mundo, propia de la profesión más antigua del mundo: ofrecer plata. A todos: a los activos, a los jubilados y hasta a las pymes. Pero el principal activista de las Pymes, Juan Pablo Swett, ha sacado las cuentas y dice que una que hoy gana seis millones de pesos al año, con las medidas de Boric de aumentar el sueldo mínimo a 500 mil pesos, la cotización en 8 % y rebajar las horas trabajadas a 40, pasaría a perder $16 millones mensuales y quebraría. Es decir, se quedarían todos sin nada. Como ese país donde Salvador Allende declaraba a "El Mercurio" del 7 de septiembre de 1973: "Sólo queda harina para pocos días más". 

Nota al pie importante: el problema de la UP no fue tanto que aplicara su programa, sino que el de la elegantemente llamada entonces "legalidad sobrepasada": sus partidarios "se tomaban" todo lo que podían. Ahora ya está comenzando a suceder bajo el precursor de la nueva UP, Piñera. Allende no cayó tanto por su programa como por el caos que sembraron sus partidarios, apoderándose de empresas, fundos y viviendas nuevas que sus dueños no podían recuperar porque el gobierno no concedía la fuerza pública para cumplir las sentencias. 

Lo podremos comenzar a vivir desde el lunes. O podemos habernos ido al cielo... por cuatro años. Hasta entonces.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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