Gonzalo Ibáñez Santamaría


Entre los más llamativos anuncios que Boric hizo en su cuenta anual se encuentran los referentes al impulso que dará a las iniciativas de aborto legal sin límites y de la eutanasia.

Claramente, esas iniciativas definen al presidente actual de Chile como una persona dominada sin remedio por la cultura de la muerte. Promover estas iniciativas cuando está a la vista el desplome de la natalidad en Chile raya francamente con la locura.

Necesitamos con urgencia que nuevos jóvenes entren a reemplazar a las generaciones más antiguas. Hoy, hemos paliado el problema con inmigración, pero están también a la vista los problemas que ésta produce.

Cada niño que se anuncia, es un triunfo para Chile; cada niño que se pierde, es una derrota para Chile. Ese es el principio que debe regir la política demográfica chilena. Todo lo contrario de lo que piensa Boric, quien, por lo visto, no descansará hasta que Chile se convierta en un país de viejos donde los jóvenes carezcan de todo espacio. Pero, tampoco los viejos tendrán lugar: la eutanasia los va a esperar bajo el pretexto de una “muerte digna”.

Un país sin jóvenes y sin viejos; ¿cuál es el destino de Chile?

Fuente: https://web.facebook.com/gonzaloibanezsm

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