Gonzalo Ibáñez Santamaría
La libertad, a veces confundida con una permisión para llevar adelante cualquier capricho, es en cambio la capacidad de dirigir la propia vida en el camino a nuestro bien, el cual sólo puede alcanzarse en comunidad con nuestros semejantes, como bien común para todos. La decisión libre supone, por lo mismo, un juicio de reflexión previa que nos oriente acerca de los medios para alcanzar ese bien. Así entendida, la libertad es un instrumento llamado a dar curso a nuestra creatividad y a los emprendimientos que podamos abordar, contribuyendo por esta vía a la construcción de una comunidad capaz de producir los bienes y servicios que requerimos para una digna calidad de vida de todos cuantos formamos parte de ella. La libertad es, por lo mismo, un instrumento indispensable, sin el cual esa calidad nunca podrá ser alcanzada.
La libertad es sinónimo de creatividad y se proyecta sobre esa porción de bienes que cada uno pueda gobernar bajo el título de propiedad. Así se los hace producir en beneficio de la comunidad. El socialismo y el comunismo en cambio atacan la propiedad alegando que esta hace a los propietarios un grupo de malhechores o malvados. No ha sido más que un pretexto para apoderarse de todos los bienes. Por eso, prohíben la propiedad o la reducen de manera drástica impidiendo, de este modo, el desarrollo de la libertad y de la creatividad personales. En esos sistemas, un minúsculo grupo pretende ser depositario de toda esa libertad y creatividad, con el mismo resultado siempre: una enorme decadencia de la comunidad donde impera porque, de hecho, la libertad y la creatividad personales quedan prácticamente ociosas, de lo cual nadie responde.
En cambio, en manos de sus titulares, la libertad va siempre asociada con la responsabilidad. Ante nuestros semejantes, deberemos dar cuenta del uso que hagamos de nuestra libertad y de su proyección en la propiedad.
Los países que han progresado son aquellos donde se han abierto amplias posibilidades para el ejercicio de la libertad. Fue el caso de Chile hasta hace poco tiempo. Hoy, el país ha hecho crisis porque, mediante la violencia, se ha impedido el ejercicio de nuestra libertad. El país ha sido puesto en una situación de inestabilidad que hace imposible tomar decisiones cuerdas. Por eso, aplicamos el viejo aforismo “en la duda, abstente”.
El combate entonces es el de la estabilidad del país y el de las reglas claras que permitan e incentiven el uso de las libertades personales. Es en este sentido que la libertad debe constituir nuestra bandera de lucha, pensando especialmente en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. “Por la libertad”, ese es mi personal compromiso para participar en la redacción de un nuevo proyecto constitucional.
Gonzalo Ibáñez S.M., candidato a Consejero Constitucional por la Región de Valparaíso.
Por un CHILE SEGURO, lo invito a votar el próximo domingo 7 de mayo,
E-20. Voto obligatorio.
Fuente: https://web.facebook.com/gonzaloibanezsm
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