Gonzalo Ibáñez Santamaría


Frente al alza continua de la opción Rechazo en el plebiscito de salida, que las encuestas muestran de manera uniforme, varias voces salen a advertir que no se puede adoptar tal posición sin antes conocer el texto completo del proyecto constitucional. Por otra parte, el gobierno, saltándose su deber de mantener una neutralidad entre esa opción y la del Apruebo, se inclina por esta última y provee recursos para alentarla.

La verdad es que ya hay material suficiente para adoptar la opción Rechazo y mantenerla hasta el final. Es el tema del que se ocupa una carta aparecida en la prensa de hoy que comparto y para la cual aconsejo una máxima difusión.

Una Espera Innecesaria

Señor Director:

Un argumento central esgrimido por quienes desde ya optan por el Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre, es que hay que esperar que el proceso de elaboración termine para tomar una decisión de rechazo. Este argumento es improcedente. Ya la Convención ha aprobado disposiciones fundamentales que afectan gravemente la institucionalidad republicana: educación, Poder Judicial, estructura del Estado, derecho de propiedad, FF.AA. y policías, plurinacionalidad, aborto, salud, etcétera.

Con estas decisiones es suficiente para que la ciudadanía ya pueda adoptar una posición. El argumento “cualquier Constitución es mejor que la elaborada por cuatro generales” se ha diluido por su falta de seriedad y rigor jurídico. Asimismo, se ha demostrado que la afirmación de que el Rechazo cierra toda posibilidad de reformar la Constitución de 2005, es falsa. El Parlamento puede ser el instrumento adecuado para ello.

En definitiva, ya hay elementos suficientes para adoptar una documentada decisión. Para esto, es fundamental que el Ejecutivo adopte una postura de respeto de las dos opciones, pues ambas son legítimas y democráticas. Desgraciadamente, recientes declaraciones de las más altas autoridades no han reflejado una necesaria prescindencia, lo que no ayuda a la transparencia del proceso.

Asimismo, es inaceptable el argumento de que un triunfo del Rechazo produciría una escalada de la violencia. Es una campaña del terror que demuestra una desesperación ante la realidad y un desconocimiento de la capacidad de reacción de la democracia.

Fabio Vio Ugarte
(El Mercurio, 25/04/22 A 2)

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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