Por Enrique Subercaseaux
Alejandro Peña Esclusa es un líder de opinión de Venezuela. Fue prisionero político del actual régimen, estando encarcelado un año en Caracas y perseguido, antes y después. Se ha propuesto como misión estudiar y denunciar la organización criminal del Foro de Sao Paulo, escribiendo varios libros al respecto (disponibles en Amazon). Todos han tenido una gran acogida entre el público, convirtiéndose en éxitos de venta y abriéndole las puertas al circuito internacional de conferencias y asesorías políticas.
En Esta ocasión, conversamos por segunda vez con el para averiguar como ha avanzado, y retrocedido, el tema de los fraudes electorales y cuales son las posibilidades prácticas para revertirlos.
- Los resultados electorales en las elecciones recientes en Europa y las Américas, están cada vez más contestado... ¿Es este un hecho puntual o es más bien una tendencia que llego para quedarse..?
En Europa se está dando un giro hacia la derecha, lo cual se observó en las elecciones al Parlamento Europeo y en los comicios franceses, en parte porque hay un reclamo de la población en contra de la migración ilegal, que, según las cifras oficiales, ha creado una situación muy complicada.
Sin embargo, los partidos considerados tradicionalmente de derecha, están votando conjuntamente con la izquierda en favor de los temas relacionados con la Agenda 2030. Por tanto, es difícil pronosticar qué va a ocurrir.
De ganar Donald Trump las elecciones norteamericanas, es muy posible que la influencia de Estados Unidos en el ámbito europeo logre modificar la correlación de fuerzas.
- Antes la alternancia en el poder era vista como una característica deseable en el proceso democrático. Hoy, en cambio, son cambios bruscos, ruinosos a veces, los que se suceden. ¿Es este un reflejo del alejamiento de la clase política de los problemas reales de la gente?
La alternancia en el poder, que siempre se ha visto como un aspecto benéfico de la democracia, está perdiendo vigencia, en parte porque la izquierda ha venido promoviendo un esquema de perpetuidad en el poder.
En los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, se hace más evidente; pero hay otras formas de continuidad, mediante las cuales un presidente es reelegido luego de uno o dos períodos de gobierno, o a través de imponer un candidato de su preferencia, como ocurrió en México, o incluso haciendo pactos antinatura para acceder o permanecer en la primera magistratura, me refiero a partidos que tradicionalmente eran considerados de centro o de derecha aliándose con partidos de izquierda para poder gobernar, como ocurre en los casos de Eslovenia y Polonia.
- Es posible volver a encontrar una sincronía entre la acción política y los problemas de la sociedad?
Los partidos políticos deben dar un vuelco, para representar el interés de los ciudadanos, en lugar de cumplir irresponsablemente con una agenda ideológica, como lo es, por ejemplo, la Agenda 2030.
Cuando los dirigentes se identifican con las necesidades de la gente, obtienen un gran apoyo, como puede verse actualmente en el caso de Javier Milei; y cuando insisten en promover un modelo progresista, como el que se quería imponer en Chile con la propuesta constitucional de la izquierda, son rechazados masivamente por el pueblo.
- Que tendría que pasar para que cambien las cosas?
Pienso que para que los dirigentes y los ciudadanos puedan reencontrarse hace falta, primero, que los políticos se dediquen a materializar las aspiraciones naturales de la gente; segundo, que defiendan los valores de nuestra civilización cristiana, como lo son, por ejemplo, el amor a la familia, la protección de la vida y la defensa de la patria; y tercero, que garanticen la vigencia de la democracia y de las libertades, es decir, que se aparten de los modelos empobrecedores del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla.
En este sentido, he tratado de contribuir con mi grano de arena, a través de la publicación de mis libros, algunos de ellos editados en siete idiomas, que promueven, pienso que de forma sencilla y pedagógica, los valores y principios de nuestro hemisferio occidental.
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