Por: Enrique Subercaseaux
Director Fundación Voz Nacional


“El lenguaje es parte de nuestro organismo. Pero no es menos complicado que el mismo”.  Ludwig Wittgenstein.

“La incitación a la lucha es uno de los medios de seducción más eficaces del mal”. Franz Kafka.

“El gran enemigo de un lenguaje claro es la insinceridad.  Cuando existe una inconsistencia entre lo que declaramos y lo que realmente queremos, se utilizan palabras y frases mas largas y enredadas, como el pulpo escupiendo su propia tinta”. George Orwell.

“El que debe mentir compulsivamente descubre que cada una de sus mentiras es una verdad”. Elías Canetti.


 Hoy, en Chile y en el mundo, reina la confusión. Paradoja al estar las personas más íntimamente conectadas que nunca, y al existir un torrente de información disponible instantáneamente.

Sin embargo, la batalla de la verdad contra la mentira nunca ha sido mas encarnizada.  Declaraciones de líderes, de políticos, de opinologos, normalmente contrastan entre ellas, y están al debe con lo que manda y exige la simple lógica.

Se falsea la realidad de Venezuela, y sin embargo podemos constatar su triste realidad.  Se ofrecen las quimeras de Cuba y un progresismo global en el altar del populismo y corren a él, cuales víctimas propiciatorias, las multitudes embobadas por un espejismo que nunca se transforma en realidad.

Ya muchos libros, series y películas nos lo venían anunciando, desde hace décadas. La realidad virtual ya esta aquí.  Como los video juegos, que construyen un universo paralelo, más allá de nuestra habitación real, donde empiezan a jugar percepciones, emociones y habilidades.

Un poco como el algebra, en contraste con la geometría.

Sin embargo, paulatinamente se va revelando un trasfondo de avidez y rapacidad, que apuntan a conseguir un poder hegemónico.

Esta en entredicho el curso de acción tomado por los Gobiernos frente a la actual pandemia.  Todas las criticas son juegos de esgrima retorica. Lo cierto es que no se conocen aun los contornos de la pandemia. Su origen, la vía de transmisión y su ciclo vital.

Pero el juego político, y el nuevo lenguaje que ha construido una realidad paralela, requiere un continuo ejercicio, y una continua acción.  Hay que maximizar las contradicciones dentro de la sociedad, como reza la antigua teoría Maoísta, que llevo a los horrores de la Revolución Cultural China.

Si observamos bien, lo que esta pasando a lo largo y ancho de gran parte del mundo es una revolución de baja intensidad.  Han existido esfuerzos persistentes de reescribir la historia, de tergiversar la educación y de extremar las contradicciones y las luchas sociales.  Estados Unidos ha caído en este proceso, parte de Europa y gran parte de Latinoamérica.  En otras latitudes la revolución, si esta presente, es de muy baja intensidad.

En el fondo, el objetivo declarado, contra el cual se lucha, es el “capitalismo” o el “neoliberalismo” los cuales, evidentemente no dejaran de existir. Pero si sirven de bandera de lucha y de etiquetas modificatorias del lenguaje para perseguir los fines de hegemonía.

Esto se puede comprobar fácilmente con un simple ejercicio en dos etapas:

1.- Cual es el contraste entre lo que se declara y lo que es real?  Esta prueba es muy útil para despertar y abrir los ojos.  Constatamos fácilmente que los conflictos son exagerados fuera de toda proporción. Se sacan de su quicio. Y la verdad es oscurecida con las medias tintas y la mentira.

2.- El espejismo que se nos vende apela directamente a las emociones, no a los hechos.  Y esto por una razón muy simple: los sentimientos, al ser subjetivos, son fácilmente manipulables y se interpretan al final de cualquier manera. Y, para estas propuestas, los hechos son un aguijón de la verdad que es imposible de extraer. Hay un divorcio, una divergencia, irremediable, entre verdad y mentira. Entre realidad y espejismo.

Nos debiéramos dar cuenta que este proceso político y revolucionario es un juego virtual.  Se juega en un ámbito donde el artificio predomina sobre la realidad. Y el lenguaje inventado tiene una supremacía que muchos no logran ni imaginar ni dominar.

Por toda lógica entonces, lo que se ancla en un discurso artificial, es imposible que llegue a materializarse. Y así estamos.  Los resultados están claros.

Cuba, Venezuela, Nicaragua, el Brasil de Lula, la Argentina de Kirchner: ¿Que logros pueden exhibir?  El silencio es total. No hay siquiera un débil eco de la pregunta. La nada misma.

Es la lucha de dos sistemas, que encaran, como todo en la vida, el anverso y el reverso de una misma moneda. Para que exista el bien, existe el mal. Para que exista el éxito, debe existir el fracaso. Para que exista la verdad, existe la mentira.

Esta dualidad también busca ser destruida desde un punto de vista del lenguaje y de la filosofía. Hasta ahora iba todo muy bien, pero lentamente se alza en el mundo la ola de lucidez que nos despierta de esta pesadilla, y comienza a tomar fuerza un contra discurso que busca posicionar la verdad en su justo sitial.

Solo así se pueden construir sociedades libres, solo así se puede profundizar la libertad de las personas.  Ambos elementos esenciales, e indisolubles de la vida.

Hay que sumar coraje, hacer acopio de locuacidad, y proseguir nuestra senda de eterno estudio y eterna vigilancia. Las ideas, al fin y al cabo, están para que se transformen en una acción rectificadora. Y salven lo salvable de un naufragio que parece cada vez mas próximo.

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