Cristián Labbé Galilea
En la acción de gobernar hay funciones que son de responsabilidad exclusiva del Presidente: Relaciones Internacionales, Hacienda Pública y Seguridad Nacional. No deja de ser preocupante que el país presente sus mayores debilidades en todas ellas. En la Diplomacia hemos sido el hazmerreír, embajadores que “le rascan los pies a su pareja en el auto oficial”, embajadores citados a La Moneda a quienes se les ha anulado su audiencia sin expresión de causa, suma y sigue; en materia Económica, ni hablar, somos un país “quebrado” y en Seguridad Nacional estamos a merced del crimen organizado, del narco terrorismo y, de Temocuicui, ya nadie se acuerda.
Mención especial merece el tema de la Seguridad Nacional, interna y externa. Sobre la primera, todo el país está consciente de que es prioridad nacional. Sobre la segunda -la externa-, seguramente la comunidad está menos consciente de su vulnerabilidad por ser un tema de delicado y discreto tratamiento; sin embargo, algo se dedujo después del “mega apagón” que dejó al país a oscuras e incomunicado por largas horas.
Aumenta la preocupación de esta pluma el saber que este gobierno entregó la Defensa Nacional “a fardo cerrado” al Partido Comunista, desde la Ministra hasta los niveles más altos de esa cartera, y que “nadie le haya puesto el ojo encima” a estos señores que son como “las termitas”: especialistas en pasar desapercibidos, carcomen el tronco de toda democracia.
No hay que ser muy erudito en política para saber que, a través de la historia, "el comunista siempre ha trabajado solapadamente". Ideológicamente, sus militantes están preparados para que sus acciones sean discretas, sigilosas y encubiertas; ese es el camino elegido por ellos para realizar sus ideales sin ser advertidos o sin causar confrontaciones directas. Recuerde, mi veterano lector, que esta experiencia ya la vivimos en un pasado reciente.
Pues bien, como el ser humano es de frágil memoria y hay lecciones que se olvidan fácilmente, especialmente en el mundo de la sociedad política, es necesario advertir que en la actualidad la amenaza está latente. Desde el sector Defensa los comunistas están actuando, a la sombra de una sacudida contingencia que los protege, para lograr sus propósitos de cambiar nuestro ordenamiento institucional desde dentro y de manera subrepticia.
En mi poder obra un documento, que por discreción no identificaré, en el cual se instruye a las unidades militares, particularmente a la Unidades Bases de Movilización (UBM), que: “… la incorporación de nuevos ciudadanos a la Reserva Militar se encuentra suspendida…”, “…los Comandantes de UBM no se encuentran autorizados para citaciones de ningún tipo para la totalidad de los reservistas a nivel nacional…”, “…el personal de la Reserva no podrá asistir a las unidades… ni hacer uso de uniformes o participar en representación de la Institución...”.
Por la gravedad de lo denunciado en el párrafo anterior, cualquier comentario está demás… excepto lo que me dijo un contertulio reservista refiriéndose al Ejército: "El león, aunque sea manso, siempre tiene que desconfiar de las ratas".
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