Cristián Labbé Galilea


Con motivo de las elecciones presidenciales, esta activa pluma se anticipó y publicó sus reflexiones semanales el miércoles recién pasado, a través de la columna “El Gobierno que nos Merecemos” donde se concluye que: la sensatez, la cordura y la lógica política se impondrán a la hora de elegir por quién votar; por lo tanto… el próximo presidente será JAK.

Mal acostumbrados, mis parroquianos han reclamado desde temprano que este viernes no ha sido publicada esta ya tradicional columna, razón por la que me apresuro a responder a tan exigente requerimiento, oportunidad que se me da para, en pocas líneas, subrayar la importancia de asumir que se nos acabó el tiempo. ¡¡¡¡Es ahora o nunca!!!!

Las cifras están ajustadas. Aunque parezca increíble, todavía hay incautos creyendo que el control del buque lo puede tomar un inexperto e iletrado polizonte que se embarcó a última hora en una aventura que ni él mismo creía poder manejar. Apoyado por una izquierda radical, monitoreado por el partido comunista, y con la violencia como motor de su proyecto político, amenaza con hacer naufragar 50 años de “un andar sostenido”.

Comprometidos en mantener vigente un rumbo cierto hacia el progreso y el bienestar de toda la tripulación de esta noble república, quienes creemos en los principios y valores de la Sociedad Libre tenemos la superior tarea de impedir que, por no asumir con responsabilidad el deber cívico de ir a votar, zozobren las esperanzas de vivir en un país donde la libertad, el orden, el progreso y el bienestar sean las condiciones donde el hombre justo pueda alcanzar su realización.

Silbatos y pitos llaman a zafarrancho… ¡último llamado! Las instrucciones son claras y categóricas: hay que ir a votar, hay que movilizar a los indecisos, apoyar a los mayores para que cumplan con su deber; hay que abrirles los ojos a los “hijos del bienestar” para que vean que sus fantasías son una quimera porque, en la vida y en la práctica… “nunca mucho… cuesta poco”.

Como siempre en nuestra historia republicana… el gran salvavidas que hemos tenido ha sido la respuesta clara y oportuna del Hombre Libre…

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